Search for:
Viviendo la cuaresma en familia y por las familias

🔥 40 RETOS DE CUARESMA PARA LA RESTAURACIÓN PERSONAL, FAMILIAR Y MATRIMONIAL

5 Piedritas de Medjugorge para los matrimonios y Familias

📢 ¡Iniciamos nuestra Cuaresma con Oración! 🙏💜

Querida familia en Cristo, esta primera semana de Cuaresma nos invita a fortalecer nuestra relación con Dios a través de la oración. La Virgen nos recuerda:

📖 “Queridos hijos, oren, oren, oren. La oración debe ser la fuerza de su familia” (Mensaje del 28 de marzo de 1985).

La oración es el camino para sanar heridas, fortalecer el amor y restaurar lo que parece imposible. En estos días, nos unimos en un propósito especial: orar con fe por nuestra familia y por todas las familias del mundo, especialmente aquellas que atraviesan crisis.

Cada día tendremos un reto concreto para acercarnos más a Dios, pedir por la restauración de los hogares y vivir la Cuaresma con un corazón dispuesto a recibir su gracia.

🔥 Que esta Cuaresma sea un tiempo de renovación, donde la oración transforme nuestras familias y nos ayude a confiar en el poder infinito de Dios. ¡Ánimo, que Él hace nuevas todas las cosas! ✨🙌

SEMANA 1: La Oración (Días 1-8)

“Queridos hijos, oren, oren, oren. La oración debe ser la fuerza de su familia” (Mensaje del 28 de marzo de 1985).

  1. Haz un altar e introniza a la Sagrada Familia. Pon allí un buzón o una cajita con la intenciones de todos los miembros de familia. Ofrece una oración especial por tu familia. Da gracias por las bendiciones recibidas en familia (1 Tesalonicenses 5, 16-18).
  2. Reza por por tu cónyuge e hijos e intercede por todas las familias del mundo en crisis (Mateo 6,6).
  3. Ofrece oración y ayuno por la restauración de las familias (Colosenses 3,17).
  4. Orar frente al Santísimo por la sanación de heridas en las familias (Salmo 147,3).
  5. Rezar el santo rosario preferiblemente en familia por la paz en las familias (Lucas 1,28).
  6. Has un sacrificio ( algo que te cueste)  y ofrecelo al Señor por una familia que este en crisis o este rota (Mateo 5, 44).
  7. Hacer una oración espontánea con los miembros de tu familia (Filipenses 4:6-7).
  8. Asiste a la Eucaristía y ora por la restauración y la paz en las familias en el mundo entero (Mateo 18,20).

📖 SEMANA 2  La Palabra de Dios (Días 9-16)

“Queridos hijos, lean la Biblia en familia y Enséñala a tus hijos y familiares.”

Cada día dedica unos minutos a meditar las siguientes citas bíblicas:

  1. Lee completo el libro de Tobit–  y has con fervor La oración de Tobías y Sara en su matrimonio (Tobias 8, 5-8)
  2. Efesios 5, 21-33 – El matrimonio como reflejo del amor de Cristo y la Iglesia
  3. Génesis 24, 1-67 – Dios guía el matrimonio de Isaac y Rebeca
  4. Proverbios 31, 10-31 – La mujer virtuosa
  5. Salmo 127 (126) – Dios edifica la familia
  6. 1Pedro 3, 1-7 – La conducta en el matrimonio
  7. 1Corintios 13 – Principios sobre el matrimonio
  8. Malaquías 2, 13-16 – Fidelidad matrimonial

🙏 SEMANA 3: El Ayuno (Días 17-24)

El ayuno, sacrificios y mortificaciones te fortalecerán y serán una ofrenda de amor por la restauración personal, familiar y matrimonial. ¡Ánimo y que Dios bendiga cada esfuerzo! 🙏✨

Ayuno de Pan y Agua Miércoles y Viernes

🔹 Reto: Ofrécelo por la restauración de matrimonios en crisis y la conversión de los esposos y esposas que no conocen el amor de Dios.
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4,4)

 Levantarse más temprano para orar por la familia

🔹 Reto: Dedica 30 minutos de oración diaria por la restauración de tu familia y otras familias que atraviesan dificultades.
📖 “Por la mañana, muy de madrugada, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” (Marcos 1,35)

No responder con enojo ni discutir

🔹 Reto: Cuando surja un conflicto con un familiar o esposo, en vez de reaccionar con enojo, guarda silencio, respira y ofrece el momento a Dios.
“El que tarda en airarse es grande de entendimiento, pero el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.” (Proverbios 14,29)

Renunciar a distracciones innecesarias para dedicar tiempo a Dios y a la familia

🔹 Reto: Apaga el celular, redes sociales o televisión y dedícale tiempo de calidad a Dios, a tu a tu esposo(a), hijos o familiares
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22,6)

Servir con amor en casa sin esperar reconocimiento

🔹 Reto: Lava los platos, limpia la casa, haz una tarea del hogar o ayuda a un familiar sin esperar gratitud.
“El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir.” (Mateo 20,28)

Escuchar más y hablar menos en casa

🔹 Reto: Presta atención plena cuando un familiar te hable, sin interrumpir ni apresurar respuestas.
“Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.” (Santiago 1,19)

Hacer una obra de caridad por un matrimonio en crisis, o por la conversión de un esposo prodigo, o hijos alejados del Señor.

🔹 Reto: Si conoces un matrimonio en dificultad, ora por ellos. Ofrece un ofrenda en la iglesia poniendo la intención de la restauración de esta familia.

“Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” (Gálatas 6,2)

Ofrecer con amor las molestias del día

🔹 Reto: No quejarte del tráfico, el cansancio, el clima o cualquier contratiempo; en su lugar, ofrécelo por la sanación y la paz al interior de las familias.
📖 “Completo en mi carne lo que falta a las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia.” (Colosenses 1,24)

🎁 SEMANA 3: La Confesión (Días 25-32)

✝️ “Queridos hijos, sin la confesión no hay restauración del corazón” (Mensaje del 6 de agosto de 1982 Virgen de Medjugorge)

1. Hacer un examen de conciencia y reconocer mis pecados, especialmente cometidos en el hogar

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Mira si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.” (Salmo 139, 23-24)

Antes de buscar la reconciliación con los demás, es necesario mirar dentro de nuestro propio corazón. Dedica un tiempo en silencio para examinar tus acciones, pensamientos y omisiones, especialmente en el ámbito familiar.

2. Perdonar a alguien de corazón

“Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a los demás sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.” (Mateo 6, 14-15)

El perdón es clave en la sanación personal y familiar. Hoy, decide perdonar de corazón a alguien que te haya herido, aunque no lo diga en palabras. Ofrécelo a Dios como un acto de amor.

3. Pedir perdón a un familiar por un error del pasado

📖 “Sopórtense unos a otros y perdónense si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.” (Colosenses 3,13)

Reconocer los errores y pedir perdón fortalece las relaciones. Hoy, da el primer paso y acércate a un familiar con quien tengas una deuda pendiente de reconciliación.

4. Confesarse esta semana y ofrecerlo por la restauración familiar

“Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.” (Juan 20,22-23)

La confesión es un regalo de sanación. Acude al sacramento de la reconciliación y ofrécelo por la restauración de tu familia y la conversión de quienes se han alejado de Dios.

5. Ayudar a un ser querido a acercarse a la confesión

“Confiesen sus pecados unos a otros y oren unos por otros, para que sean sanados.” (Santiago 5,16)

Si conoces a alguien que necesita reconciliarse con Dios, invítalo con amor y sin presiones a acercarse al sacramento de la confesión. Ora por esa persona y acompáñala si es necesario.

6. Orar por un corazón humilde y arrepentido y visitar un templo jubilar para ganar el jubileo

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (Salmo 51,10)

La humildad nos permite reconocer nuestra necesidad de Dios. Pide al Señor un corazón sencillo, capaz de arrepentirse y buscar su misericordia. Si es posible, visita un templo jubilar y gana el jubileo.

7. Hacer un propósito concreto para mejorar las relaciones familiares

“Despójense del viejo hombre que está viciado por los deseos engañosos y renuévense en el espíritu de su mente. Revístanse del nuevo hombre, creado a imagen de Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4, 22-24)

El cambio comienza con pequeñas acciones. Reflexiona y establece un propósito concreto para mejorar la convivencia en tu hogar, como hablar con más paciencia, compartir más tiempo juntos o evitar discusiones innecesarias.

8. Rezar por la conversión de un familiar que esté alejado de Dios

“Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión.” (Lucas 15,7)

Dedica un tiempo especial para orar por un ser querido que se ha alejado de la fe. Pide a Dios que toque su corazón y lo acerque nuevamente a su amor.

🕊️ SEMANA4: La Eucaristía (Días 33-40)

🍞 “Queridos hijos, la Eucaristía es la fuerza de la familia” (Mensaje del 25 de noviembre de 1988).

  1. Procurar asistir diario a la Santa Misa y hacer oración de intercesión por las familias. (Juan 6,53-54).
  2. Ver la película el gran milagro o cualquier película eucarística para entender el gran misterio de la santa misa
  3. Acompañar a un ser querido a Misa (Salmo 84,10).
  4. Reflexionar sobre la Pasión de Jesús como muestra de amor (Lucas 22,19-20).
  5. Ofrecer la comunión la unidad y la paz de las familias (1 Corintios 11,26).
  6. Leer sobre el milagro de la Eucaristía en la Biblia (Juan 6,35).
  7. Orar después de la comunión en acción de gracias por las bendiciones recibidas en tu familia (Lucas 24,30-31)
  8. Renovar nuestra entrega a Dios el Domingo de Resurrección (Mateo 28,5-6).
Nuestros Valores

Valores de Jesús Salva Mi Familia

En Jesús Salva Mi Familia, nos inspiramos en las Bienaventuranzas para vivir una Fe que transforma y une. A través de estos valores, buscamos ser un faro de esperanza en el camino hacia la sanación, conversión y restauración personal, familiar y matrimonial.

1. Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

En Jesús Salva Mi Familia, confiamos con Fe sincera en la providencia de Dios, que nos envuelve con Su amor y poder sanador. Nos entregamos a su voluntad con el corazón abierto, dispuestos a iniciar un camino de conversión donde el Espíritu Santo transforme nuestras vidas. Solo a través de esta transformación podemos amar con un amor desinteresado, que no busca recompensa, capaz de perdonar y ver a nuestros cónyuges con ojos de misericordia. Ofrecemos nuestro dolor como una plegaria viva a Jesús, como Él nos invita en Mateo 11, 28-30:

“Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.”

En esta promesa hallamos nuestra fuerza y paz, buscando ser un reflejo de su amor en cada paso de nuestra misión.

2. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

En Jesús Salva Mi Familia, somos una familia de hermanos, unidos en el amor que nace de Cristo. Nos acoge­mos mutuamente en nuestras fragilidades, compartiendo el peso del dolor con un corazón lleno de empatía por quienes sufren crisis o rupturas en sus familias. Algunos miembros que han caminado más tiempo en el ministerio han elegido voluntariamente  poner al servicio de los demás todo lo que han recibido, dedicándose a trabajar por la unidad de las familias. Sabemos que el centro de nuestra vida es Jesús, el Señor de la paz y la reconciliación, y vivimos nuestra mansedumbre como un llamado a ser pacificadores, construyendo puentes de reconciliación en nuestras familias y comunidades. En cada abrazo fraterno, en cada oración compartida, trabajamos para que cada corazón encuentre en Jesús el reposo prometido a los mansos.

3. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

En Jesús Salva Mi Familia, nuestros corazones, arraigados en la Fe, llevan una palabra de esperanza a quienes sufren por la desunión de sus familias. A pesar de nuestras propias caídas y errores, buscamos la pureza de un corazón renovado a través de la oración y los sacramentos. En esta búsqueda, encontramos consuelo y fortaleza, como dice 2 Corintios 1, 3-4:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.”

Con esta fortaleza, nos convertimos en faros de esperanza, ofreciendo aliento a quienes atraviesan el dolor, compartiendo con ellos el consuelo que de Dios hemos recibido, y extendiendo su paz a cada alma en busca de alivio.

4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Nos esforzamos por vivir plenamente en un espíritu de oración, fortalecidos por los sacramentos que nos impulsan en la batalla. Mantenemos una profunda fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia, acogiendo sus directrices. Este anhelo de justicia nos guía en nuestra misión de restaurar hogares y familias, siempre impulsados por el amor y la gracia de nuestro Señor Jesucristo.

5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Vivimos la misericordia como un valor fundamental, ofreciendo un amor incondicional y compasivo hacia los demás. Nuestra labor se basa en la comprensión y el apoyo mutuo, reconociendo que en el dolor y en la lucha, la misericordia de Dios se manifiesta y se comparte.

6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Nos esforzamos por mantener un corazón limpio y puro, un jardín sagrado donde florece la sinceridad y la dedicación. En esta pureza de intención, hallamos la fuerza para enfocar nuestra mirada en la misión que Dios nos confía, un camino de servicio y amor incondicional.

Como un manantial de agua cristalina, buscamos que nuestra vida sea un reflejo del amor divino en cada acción.

Con el corazón abierto, dejamos que la gracia de Dios guíe nuestros pasos, transformando cada esfuerzo en una expresión de su amor eterno. En esta pureza, encontramos la claridad para seguir nuestra senda y la paz para servir a Dios y a los demás con un fervor sincero y constante.

En nuestra dedicación a esta misión, resonamos con las palabras del Salmo 51, 10:

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.”

Así, en la pureza de nuestro corazón, buscamos ser instrumentos de su amor, mostrando con cada acción un reflejo de su gracia y una luz que ilumina el camino hacia el bien.

7. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Buscamos ser constructores de paz en nuestras familias y comunidades, fomentando la reconciliación y la unidad. Nuestra labor se basa en la Fe en Dios y en la esperanza de que su gracia puede transformar cualquier situación conflictiva en una oportunidad para crecer en amor y paz.

8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

En un mundo donde los valores se han perdido y el matrimonio es visto como pasajero, enfrentamos un escenario de confusión y desvío. Las modas cambian con el viento, celebrando el divorcio y lo provisional, mientras las ideologías contrarias al matrimonio y la vida florecen a nuestro alrededor.

En medio de esta tormenta de desolación, nuestra misión de restaurar matrimonios y familias se alza como una llama de esperanza.

A pesar de las pruebas y desafíos que nos rodean, mantenemos firme nuestra misión con la certeza de que no somos nosotros quienes llevamos a cabo esta tarea, sino que es Dios quien, en Su infinita bondad, realiza la sublime obra de sanación y restauración.

Como nos recuerda Romanos 8, 28:

“Sabemos, empero, que para los que aman a Dios todas las cosas cooperan para bien, para los que son llamados conforme a su propósito.”

En cada dificultad, en cada crítica, confiamos en que nuestra fe en Él transforma corazones y renueva el amor perdido. A través de nuestra dedicación, Dios teje con hilos de paz y gracia divina la unidad de las familias, convirtiendo nuestras luchas en una fuente de esperanza y restauración.

En Jesús Salva Mi Familia, estos valores son la base de nuestro trabajo y nuestra vida diaria. Creemos en el poder transformador de Dios y en la fuerza de la comunidad de fe para enfrentar cualquier desafío, siempre con esperanza, amor y fidelidad a los principios de nuestra fe.

 

 

 

Perseveré , ore ayuné fui obediente a Dios!

Perseveré , Ore Ayuné Fui Obediente A Dios!

Buenos días hermanos quiero contarles mi testimonio de restauración y celebrar con ustedes que Dios y la Virgen hicieron el milagro y gracias al grupo de Jesús salva mi familia a Maria Mejia , al Padre Mariusz y a la orientación de todos ellos aprendí a entregarle todo a Dios a perseverar y a perdonar, llevábamos 24 años de casados y mi esposo conoció una persona por la cual me dejo y estuvimos separados más de 5 años en los cuales sufrí , lloré, pero perseveré , ore ayuné fui obediente a Dios , y cuando le entregué a mi esposo a Dios, cuando deje de orar sin angustia, cuando le pedí a Dios por mí más que por mi esposo entonces se empezaron a dar las cosas y para la gloria de Dios estamos juntos nuevamente, y me tocó irme a vivir a la costa así que aunque no asisto a las reuniones estoy en los grupos de Whatsapp escucho la emisora Palotti y gracias a Dios donde vivo acaban de abrir un oratorio y mi esposo colaboró mucho con este oratorio , ahí voy diario a orar por mi y por todos ustedes , hermanitas no pierdan la Fe que el tiempo de Dios es muy perfecto, y para El nada hay imposible , confíen en Dios perseveren y no desfallezcan , les dejo unas foticos de el día que renovamos votos lo hicimos después de 4 meses de haber vuelto por que yo quería que fuera allá en Bogota con ustedes, pero no se pudo , que Dios los bendiga a todos.

p

Elizabeth Sanna

Elizabeth SannaPicture

La beatificación de la Venerable Elisabeth Sanna se llevó a cabo el 17 de Septiembre de 2016 en la ciudad de Codrongianos, Cerdeña (Italia), en la Basílica de la Santa Trinidad de Saccargia. La solemne celebración eucarística fue presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

 “Elisabetta nació en 1788 en Cerdeña, y murió con fama de santidad en Roma el 17 de febrero de 1857.. Fue sepultada en la Iglesia del SS. Salvatore in Onda. Inmediatamente después de la muerte, su fama de santidad se manifestó con tanta fuerza que sólo cuatro meses más tarde, el 15 de junio de 1857, se inició la causa de su beatificación. San Vicente Pallotti, su director espiritual durante 18 años, la estimó mucho.Elisabetta, afectada por la viruela tres meses después de su nacimiento, ya no pudo levantar los brazos. Movía los dedos y las muñecas, pero no podía llevarse el alimento a la boca. No podía hacerse el signo de la cruz, ni peinarse, ni lavarse la cara o cambiarse de ropa, pero podría amasar el pan, cocer al horno y cocinar, y crió cinco hijos. No obstante su discapacidad física, se casó y su matrimonio fue plenamente feliz. Los esposos tuvieron siete hijos, de los cuales dos murieron pronto. Junto a sus propios hijos Elisabetta educó a los niños de la región, enseñándoles el catecismo y preparándolos para los sacramentos. Su casa estaba abierta a muchas mujeres deseosas de aprender cantos y plegarias. A inicios de 1825, luego de 17 años de matrimonio, falleció su marido, y Elisabetta asumió toda la responsabilidad de la familia y de la administración de la casa.

Creciendo en la vida espiritual, Elisabetta, bajo el influjo de las prédicas cuaresmales, se decidió a partir como peregrina, junto a su confesor don Giuseppe Valle, a Tierra Santa. Previendo una ausencia breve, dejó a sus hijos al cuidado de su madre y de su hermano sacerdote, pidiendo además ayuda a una sobrina y a algunos vecinos. Sin embargo, debido a la dificultad para recibir la visa para Oriente, en Génova los dos peregrinos se vieron obligados a interrumpir su viaje programado y cambiar el destino, siempre como peregrinos, a  Roma.

Por sobrevenirle graves dolencias físicas, Elisabetta no pudo volver a Cerdeña. Se confió a la dirección espiritual de San Vicente Pallotti, que se puso en contacto con el hermano de Elisabetta, don Antonio Luigi, para informarlo de que su hermana, por el momento, no podía hacerse a la mar, pero lo haría apenas se sintiese un poco mejor. En la práctica, empero, el mal aumentó año tras año, y Elisabetta se vio obligada a permanecer en Roma.

San Vicente Pallotti subrayó mucho los méritos de Elisabetta en la Unión del Apostolado Católico. Don Vaccari lo refiere así: “Son dos aquellos que han estimulado primero nuestro Instituto: una pobre, Elisabetta Sanna, como lo han oído muchas veces de Don Vicente Pallotti, y el otro es el Cardenal Lambruschini” (Summarium, Roma, 1910, p. 145, parr. 33). Ella fue testigo de la fundación de la Unión del Apostolado Católico y de su desarrollo a lo largo de 22 años, hasta su muerte.

El 21 de enero de 2016, el Santo Padre Francisco autorizó la promulgación del decreto reconociendo el milagro obrado por el Señor por intercesión de la Venerable Sierva de Dios Elisabetta Sanna.

No pudiendo volver con su familia, Elisabetta sufría y lloraba mucho, pero no perdió su coraje. Supo confiarse en Dios, aceptar su nueva sitUnión del Apostolado Católicoión y servir a los demás, permaneciendo siempre fiel a las indicaciones del Evangelio y de la Iglesia. A menudo concurría al Hospital de los Enfermos Incurables, y visitaba también viviendas particulares para asistir a los enfermos y confortarlos. Trabajaba tejiendo, y el dinero y los diversos regalos que recibía lo daba a los pobres o ayudaba a los huérfanos en las dos casas fundadas por Pallotti; buscaba de resolver conflictos en familias con problemas, convertir a los pecadores, preparar a los enfermos para los sacramentos, cuidar la decoración de la Iglesia del SS. Salvatore in Onda. Al mismo tiempo, todos los días participaba de la Santa Misa, hacía Adoración al Santísimo sacramento y rezaba con invitados en su propia casa, donde numerosas personas buscaban su consejo. Incluso San Vicente Pallotti y los primeros palotinos se aconsejaban con ella”.

Fuente: Catholic Net
Oración por los hogares de Jesus Salva Mi Familia

Oración por los hogares de Jesus Salva Mi Familia

Señor Jesús, nos ponemos en tu Divina Presencia, creemos firmemente que estás real y vivo en el Santísimo Sacramento del Altar, creemos que te haces presente en cada uno de nuestros corazones y nuestros hogares a través de tu palabra y la Santa Eucaristía.

Salva, sana, libera y restaura los matrimonios   Salva, sana, libera y restaura a los esposos  Salva, sana, libera y restaura a las esposas.   Salva, sana, libera y restaura a los hijos  Salva, sana, libera y restaura a todos los integrantes de las familias.

Sana Señor los corazones tristes y heridos por el abandono. Libera a tus hijos del pecado y donde haya odio sea transformado en amor; donde haya tristeza se convierta en alegría, donde reine la incomprensión se transforme compresión; donde hayan ofensas se transformen en perdón; donde se haya infidelidad, se transforme en fidelidad, respeto y castidad; donde haya desamor en se transforme en tu amor; Jesús transforma la mentira en la luz de la verdad. Envía tu Santo Espíritu a enseñar y renovar las familias, enciende en ellas el fuego de Tu amor.

Restaura Jesús muchos hogares y todos ellos sean a imagen y semejanza de la Familia de Nazareth, te lo pedimos por intercesión de María Santísima, nuestra Madre, quien conoce a fondo el misterio de la Misericordia Divina y conoce también la necesidad de tantas almas y familias.

Que los esposos y esposas crezcan en la Fe, en la Esperanza y reciban la restauración de sus corazones, de sus familias y matrimonios y todo sea para Tu Gloria, para que tu Reino siga extendiéndose y a través de Tus prodigios y de Tu amor.

Te lo pedimos porque Tu eres el Rey de nuestra vida, de nuestras mentes, de nuestros corazones y familias.

Estamos seguros de tu poder, de tu amor y recibimos tu bendición agradecidos en cada instante, en cada día de nuestras vidas, hasta volver a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!  ¡Todo el poder, el honor y la Gloria sea para ti Señor, por lo siglos de lo siglos!! Amén

Oración a la Sagrada Familia. Papa Francisco

 

Oración a la Sagrada Familia. Papa Francisco

Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica

Oración para el Matrimonio en Crisis

 

Oración para el Matrimonio en Crisis

   Señor, aquí estamos, los dos frente a ti, como aquel día en que recibimos el sacramento del matrimonio. Como aquel día en que bendijiste nuestro amor. Pero ahora señor estamos derribados, secos, lejos de ti, sin el agua de tu amor. Y ya nuestro amor se ha secado, derrama tu Santo Espíritu sobre nosotros, para que nos limpie, nos lave, nos restaure y nos renueve, para que ese amor que tú bendijiste brote nuevamente. Señor corta y libera toda atadura de ambos al pecado, aleja todo espíritu de infidelidad, paséate por nuestra familia, por nuestro hogar, bendice nuestros hijos, bendice nuestras vidas.

   Permite señor que yo sea la mujer que mi esposo anhela, y que él sea el hombre que yo anhelo. Señor restaura ese sacramento fuerte por el que estamos unidos. Sana Señor. Señor que la Sagrada Familia se mude a mi hogar, para que como madre sepa criar a mis hijos, al estilo de María. Y para que mi esposo tenga la fuerza y la valentía de San José, y para que nuestros hijos sean como Jesús. Mándanos a tus Santos Ángeles, a los Arcángeles San Rafael, San Gabriel y San Miguel, para que nos protejan. Derrama tu preciosa sangre sobre este matrimonio, sobre el hogar, sobre la familia ,. Escóndenos en tus preciosas llagas, Y Madre María, cúbrenos con tu manto. Amen, amen, amén.

Oración Bíblica por la Restauración Matrimonial

Oración Bíblica por la Restauración Matrimonial

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Amado Dios, te exaltaré siempre, Dios mío, Rey de Reyes; Alabaré tu nombre por siempre. Grande eres Señor, digno de toda la alabanza y adoración; Tu grandeza no tiene parecido. Señor, estas cerca de mí y yo te llamo, Gracias por tu verdad, gracias por escuchar mi oración, Oh Dios déjame estar cerca de Ti para adorarte y derramar mis lágrimas ante Ti. No apartes tu rostro de mí cuando estoy en angustia. Acerca tu oído a mí; respóndeme cuando te llamo Señor, no tardes en tu respuesta.

     Tú concederás los deseos y anhelos del corazón de tus hij@s según tu voluntad, yo soy tu hij@ Señor;  Tú me oyes y me salvas a mí y a mi espos@ (NOMBRE DEL CÓNYUGE). Señor, Yo tengo fe en Ti, y tu dijiste: “Si alguien le dice a una montaña: muévete y échate al mar, si lo dice sin dudar le será hecho”. Amado Señor, tú conoces mi montaña de circunstancias y conoces los problemas en mi matrimonio. ¡Yo te creo!, creo que cualquier cosa que te pida en oración, la recibiré conforme a tu voluntad, tu palabra me lo confirma cuando dice que oremos pensando que ya lo hemos recibido, si es para el bien de nuestra alma.  Y cuando estoy orando ante Ti, y tuviera algo en contra de alguien, debo perdonar y los perdono (traemos a nuestra mente todas aquellas personas que nos han herido, pedir la gracia del perdón y debemos extender un sincero perdón). Sé que perdonas mis pecados. Sé que para mí es imposible pero contigo todas las cosas son posibles.

      Señor, te doy gracias porque yo soy fuerte en TI y que TU tienes el poder, Me pongo la armadura de Dios y la pongo sobre mi amad@ espos@ (NOMBRE DEL CÓNYUGE) para que podamos resistir las insidias y asechanzas de Satanás. Señor, te doy gracias porque tu rodeas a mi espos@ (NOMBRE DEL CÓNYUGE)  con espinos y pones paredes a sus caminos para que no encuentre camino hacia su amante. Si el (ella) persigue a sus amantes y a sus desvíos no los alcanzará, los buscará y no los encontrará. Te doy gracias porque tú le quitas sus solemnidades, sus fiestas y sus lunas nuevas, le llevas al desierto y ahí le seduces, para que el(ella) vuelva su corazón a ti y diga: “Debo volver a mi primer espos@ porque mejor me iba antes que ahora”.  Yo te pido Padre según sea tu plan sobre mi espos@ quitar todo aquello que está impidiendo acercarse a ti y doblar rodillas ante Jesús, quita Señor (se nombran lo que no pertenece a Dios en la vida de tu espos@), para que sus caminos sean limpios y la luz de Jesús lo pastoree a Tu Morada.

Oro Señor para que mi espos@ con corazón arrepentido y espíritu contrito, se acerque a Ti y te pida perdón por haberte ofendido y reconozca a Jesús como su Salvador. Te pido su conversión de corazón a Tí, Dios Clemente y rico en Misericordia, y declare en el nombre de Jesús que su hombre viejo ya murió y recibe el hombre nuevo en Jesús, porque antes era esclav@ y ahora es libre, porque el Hijo le liberó y si el Hijo le libera el (ella) será realmente libre.

También te pido si existen áreas de mi vida que aún no te he entregado y que no te agradan, me concedas la gracia de darme tod@ a Tí, pasado, presente, futuro, pecado, gracia, virtudes, defectos, ideas preconcebidas, vicios, manías, heridas sicológicas, cuerpo, sangre, alma y espíritu rindo y someto todo a Tí Señor, no quiero nada fuera de Ti y tu Santa Voluntad, libérame de todo cuanto me aleja de Ti, quebranta mis seguridades y llévame a una caridad, fe y esperanza más profundas, pues si el Hijo me libera, seré realmente libre.  Oro para que abras los ojos espirituales de mi espos@ y el (ella) pueda salir de la oscuridad hacia la luz. Del poder de Satanás hacia TI. Para que el (ella) reciba perdón de sus pecados, y sea santificad@  por fe en Ti. Gracias Señor porque Tu destruyes todas las murallas y destruyes todas las ataduras que le tienen atrapad@  en el engaño. Gracias porque le rescatas de las manos del enemigo y de la esclavitud del pecado.  Tú buscas a tus ovejas perdidas y las salvas, gracias por salvar a mi espos@. Gracias porque curas sus heridas también curas las mías y nos proteges.

Oro porque mi amad@ espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE) se arrepienta de sus pecados, se confiese arrepentid@ de corazón, haciendo una confesión general de sus pecados ante un santo sacerdote y sea perdonad@ y guiad@ por Ti a través de este instrumento tuyo. Oro porque el (ella) reciba la gracia del Espíritu Santo. Tu promesa es para (NOMBRE DEL CÓNYUGE) y para todos tus hijos que están lejos de ti. Tu  llamarás a todos, incluida mi espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE). Jesús, Tu eres el buen pastor. Tu  conoces a tus ovejas y tus ovejas te conocen. Oro porque le des a mi espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE)  un corazón Nuevo, un corazón de carne y un nuevo espíritu en el(ella). Gracias porque cambias su corazón de piedra por un corazón de carne, un corazón que te siga, que te obedezca y se rinda ante Ti. Gracias Señor porque mi amad@ espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE) no se conforma a este mundo, no se conforma a perder su familia y no se conforma con la división, la separación y el divorcio. Al contrario, el(ella) es transformad@ y renovad@, sus mente y sus pensamientos están sujetos a TI.  Te pido amado Padre, en nombre de Jesús que nos des a ambos espíritu de sabiduría y conocimiento, para que Te conozcamos mejor.

Oro también porque nuestros corazones sean iluminados y conozcamos la esperanza a la que nos has llamado. Tu  eres nuestra paz, Tu  eres nuestra guía, Tu  has hecho de los dos UNO SOLO y Tu has destruido las barreras que nos separan. Te pido que nos fortalezcas con el poder de Tu Espíritu. Que Jesús more en nuestro más íntimo ser, Amado Señor, se que Tu puedes hacer cosas inmensurables, que yo no puedo imaginar, invoco Tu Poder para que remuevas nuestra naturaleza pecadora y llénanos con los frutos de Tu Espíritu. Los cuales son, amor, gozo, paciencia, paz, mansedumbre, benignidad, fe, fidelidad, auto control. Señor, Tu haces volver el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres. Padre amado, yo odio la división, la separación y divorcio, Tu también lo odias. Señor, (NOMBRE DEL CÓNYUGE) y yo somos una sola carne. Ya no somos dos y por lo tanto lo que Tu has unido el hombre no lo puede separar. Padre te pido en nombre de Jesús que envíes al Espíritu Santo para que inquiete a mi esposo(a) y le mantenga con conciencia de pecado, para que no quede atad@ a pecados ocultos y esclavizad@ por los que son nuestros enemigos. Gracias Padre porque es Tu Voluntad que el matrimonio sea santificado, que debemos evitar la inmoralidad sexual y que debemos vivir y tratar a nuestros cuerpos de manera santa y honorable, sin dejarnos llevar por nuestras pasiones.

Oro porque pones esta idea con firmeza en el corazón de mi espos@ (NOMBRE DEL CÓNYUGE) y en el mío propio. Padre amado, sopla Tu Espíritu sobre nuestro matrimonio, dale vida nueva en Tí Señor. Para que todos los que nos rodean sepan que fuiste TU el que restauró lo que estaba destruido y que replantaste lo que estaba desolado.  Lo que Tu dices Señor se hace. Te doy gracias porque Tu cumples Tu promesa sobre nuestro matrimonio, se hará Tu voluntad y será restaurado según Tu voluntad. Tú tienes planes de prosperidad y no planes de calamidad para mí y mi espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE). Si Te llamo me escuchas, si te busco te encuentro. Por eso te busco con todo mi corazón, se que Tu encontrarás a mi espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE)  y la salvarás y rescatarás del cautiverio. Nada es imposible para ti.

Te pido todo esto por la intercesión de nuestra madre María Santísima quien abogó por los esposos en las bodas de Caná y a quien hoy también suplico para que interceda para por mi matrimonio, de forma que en mi matrimonio pase el vino viejo, y declaro en el nombre de Jesús que se acabó completamente ese vino, y llegue por su intercesión y Tu poder el vino nuevo mucho mejor que el anterior y que Jesús complete lo que está incompleto en nuestro matrimonio.   También te pido Señor que nos hagas nuevos a mi espos@  (NOMBRE DEL CÓNYUGE) y a mí, para que ese vino nuevo llegue a odres nuevos y la bendición que nos estas derramando no sea estropeada por el hombre viejo, sino, recibida por el hombre nuevo que hemos recibido por la conversión mutua a Cristo Jesús.   Buen Dios que mi espos@ y yo seamos conforme a tu Corazón, que nuestro matrimonio sea conforme a tu Corazón, que nuestra familia sea conforme a tu Santo Corazón. . Especialmente también pido Señor que yo pueda ser el/la companer@ ideal para mi espos@, dame Señor un corazón y un nuevo Amor divino, ata nuestros corazones al sagrado corazón de Jesús y al inmaculado corazón de María, todo para tu santa e infinita Gloria, y que nunca más unidos nos separemos de Ti.

Te doy gracias Señor porque me bendices y tengo la seguridad de Tu palabra, gracias Señor, En el nombre de Jesús ¡AMEN!

No apagarán el amor, ni lo ahogarán océanos ni ríos. (Cantares 8,7)   Gloria al Padre, al Hijo yal Espíritu Santo, como era en un principio es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.  Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

¡Santa María reina de las familias, rogad por nosotros!.

¡Santa María reina de las familias, rogad por nosotros!.

¡Santa María reina de las familias, rogad por nosotros!.

¡San José, rogad por nosotros!.

¡San Miguel Arcángel, defended del enemigo malo a nuestras familias!

¡San Gabriel Arcángel, sana la comunicación en mi matrimonio!

¡San Rafael Arcángel, traed la salud a mi matrimonio!.

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Escrituras tomadas de, Salmo 145,1,3,18; Salmo 102,1 2; San Marcos 11,22 25; San Marcos 10,27; Salmo 102,1 2; Efesios 6,10 11; Oseas 2,6 7; Hechos 26,28; Ezequiel 34,16,27; Hechos 2,38 39; San Juan 10,14; Ezequiel 11,9 10; Romanos 12,2; Efesios 1,17 18; Efesios 2,14; Efesios 3,16 17,20; Gálatas 5,16,22 23; Malaquías 4,6; Malaquías 2,16; Mateo 19,4 6; I Tesalonicenses 4,3 5,7; Ezequiel 37,6; Ezequiel 36,36; Jeremías 29,10 14; Lucas 1,37, 45; Salmo 106,1; San Juan 2,1 12; Mc 2, 21 22.