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Pregunta: ¿Debo demandar a mi cónyuge para la manutención/dinero de los niños/hijos?

¿Debo demandar a mi cónyuge por manutención?

Esta es una de las preguntas más frecuentes del grupo, y es complejo contestar cuando las relaciones de pareja se degradan tanto que el cónyuge que quedó viviendo con los hijos no tiene cómo mantenerlos ni alimentarlos, y uno de los padres (por lo general el hombre) se olvida totalmente de ellos.

El consejo que damos regularmente es: NO DEMANDES, NO lleves a tu cónyuge ante el juez y las autoridades, evita al máximo esta situación. Pero si llega a ser inevitable, SOLO RECLAMA LO JUSTO, ni una moneda de más. No hacerlo es un gran acto de fe, pero Dios recompensará tu confianza. La palabra de Dios contiene promesas hermosas:

  • “Si mi padre o mi madre me abandonan, me acogerá el Señor. Enséñame, Señor, el buen camino, guíame siempre por sendero plano frente a mis enemigos.” (Salmo 27, 10-11)
  • “¿Qué te abate, alma mía? ¿Por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios, que aún le cantaré a mi Dios Salvador.” (Salmo 42, 6)
  • “Pues a mí se acogió, lo libraré; lo protegeré, pues mi Nombre conoció. Me llamará, yo le responderé; estaré con él en la desgracia.” (Salmo 91, 14-15)
  • “¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque se encontrara alguna que lo olvidase, ¡Yo nunca me olvidaría de ti!” (Isaías 49, 15)
  • “No temas, pues yo estoy contigo, no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te doy fuerzas, yo soy tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te sostendré.” (Isaías 41, 10)
  • “El Señor dice: ‘Nunca te dejaré ni te abandonaré’, y nosotros hemos de responder confiados: ‘El Señor es mi socorro no temeré. ¿Qué pueden contra mí los hombres?'” (Hebreos 13, 5)
  • “Nos vienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos. Andamos con graves preocupaciones, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aplastados.” (2 Corintios 4, 8-9)
  • “Depositen en Él todas sus preocupaciones, pues Él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5, 7)
  • “Los pobres y los humildes buscan agua pero no encuentran, y se les seca la lengua de sed. Pero yo, Dios de Israel, no los abandonaré. Yo, Yavé, los escucharé.” (Isaías 41, 17)
  • “El oprimido encuentra su refugio en el Señor; Él es su fortaleza cuando lo rodea la angustia.” (Salmo 9, 10)
  • “Sean valientes y firmes, no teman ni se asusten ante ellos, porque Yavé, tu Dios, está contigo; no te dejará ni te abandonará.” (Deuteronomio 31, 6)
  • “Porque Dios no rechazará a su pueblo, ni abandonará su herencia.” (Salmo 94, 14)
  • “Porque Yavé no rechazará a su pueblo en atención a su gran nombre, ya que se ha dignado hacer de ustedes su pueblo.” (1 Samuel 12, 22)
  • “Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo.” (Mateo 28, 20b)
  • “Acérquense a Dios y Dios se acercará a ustedes.” (Santiago 4, 8)
  • “Respeten al Señor todos los fieles, pues de nada carece quien lo teme.” (Salmo 34, 10)
  • “Estoy seguro que mi Dios proveerá a todas las necesidades de ustedes, según su riqueza y su generosidad en Cristo Jesús.” (Filipenses 4, 19)
  • “Pues bien, yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les abrirán. Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llame a una puerta, se le abrirá.” (Lucas 11, 9-10)
  • “Den, y se les dará; recibirán una medida bien llena, apretada y rebosante, porque, con la medida que ustedes midan, serán medidos.” (Lucas 6, 38)
  • “Después que el Señor les haya dado el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es su educador, ya no se ocultará más y ustedes verán al que les enseña. Tus oídos sentirán sus palabras resonar detrás de ti: ‘Este es el camino que debes seguir’, ya sea que vayan por la derecha o por la izquierda.” (Isaías 30, 20-21)
  • “Pues sus proyectos no son los míos y mis caminos no son los mismos de ustedes, dice Yavé. Así como el cielo está muy alto por encima de la tierra, así también mis caminos se elevan por encima de sus caminos, y mis proyectos son muy superiores a los de ustedes.” (Isaías 55, 8-9)

No olvides, Dios es un Padre amoroso que ha permitido esta prueba para llevar tu matrimonio y familia a donde siempre ha querido tenerlos, cerca de Su Corazón. Si permitió la prueba, te dará los medios para soportarla y salir de ella (la promesa es que la prueba no superará nuestras fuerzas). Hay testimonios hermosos de esposas que pasaron momentos difíciles, pero Dios no las abandonó.

Dios te lo asegura: confía en Él, pórtate santamente (aleja de tu vida el pecado y toda maldad) y no te faltará nada. Reconoce que estás en una prueba, pero Él ha prometido no abandonarte, sostenerte y auxiliarte. Saldrás de esta prueba victoriosa, pero debes caminar un sendero de confianza y fe absoluta, aprender a hablar con Dios, aprender a escucharle en LA PALABRA, EN TU CORAZÓN y EN LOS SIGNOS, y dar testimonio del amor que sientes por Él y del amor que Dios te tiene.

Eso sí, una cosa es clara: Dios no hará el trabajo que te corresponde a ti. Él pondrá los medios y las personas para ayudarte, pero si te quedas quieto, paralizado sin hacer nada, esperando que las soluciones lleguen por sí solas, las bendiciones no fluirán. Dios no patrocina ni la cobardía ni la pereza. Toma una buena decisión. Ora antes de hacerlo. Pero insisto, te aconsejamos no demandar ni llevar a los estrados (ante el juez) a tu cónyuge. Si decides hacerlo, sé extremadamente justo.

No entres en peleas interminables, tampoco liberes a tu cónyuge de las responsabilidades económicas del hogar que le corresponden. Pídele a Dios que sea tu abogado, juez y que te acompañe en este proceso. Al comienzo, en la confusión y dolor, tendemos a actuar por impulso. Vemos a nuestros cónyuges felices mientras vivimos situaciones económicas difíciles. Pero primero ora, confía y sana tu corazón antes de iniciar  un proceso para reclamar la manutención donde se pueden lastimar más y las cosas no van a salir bien.

Dios te bendiga.

Pregunta: Mi esposo(a) se siente una persona libre de obligaciones que hacer?

Respuesta: Él (ella) no puede sentirse libre, porque él (ella) no es libre; él (ella) es uno con usted. Como está escrito en la Escritura, “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne” (Efesios 5, 31). Hay una cosa muy grande dentro del ser humano y es su conciencia (alma), y esta no lo (la) dejará tranquilo(a) hasta que vuelva a Dios y a usted, porque el alma de él (ella) es parte de la suya. Las oraciones que se hacen por él (ella) lo(a) ponen de mal humor, pues el enemigo siembra en la mente del ser humano la idea de que el esposo o esposa te tiene atado(a). Pero no es así, es el pecado lo que lo(a) ata. Esa es la razón por la cual él (ella) no puede sentir la libertad que tanto añora, porque en el mundo que él (ella) ha escogido vivir, la libertad no existe. La libertad solo se encuentra cuando el ser humano reconoce a Dios como su único Señor. Como dice la palabra “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8, 32).

Pregunta: ¿Cómo salir de esta crisis?

En tiempos de crisis, a menudo buscamos soluciones mágicas, respuestas rápidas y sin esfuerzo que nos liberen de nuestro dolor, tristeza y desesperanza. Queremos que las cosas cambien sin tener que hacer un alto en el camino, sin la necesidad de abrir nuestro corazón a Dios y sin un compromiso genuino con nuestra propia transformación. En Jesús Salva Mi Familia, podemos ver cómo esta búsqueda de soluciones instantáneas nos lleva a dar vueltas interminables alrededor de los mismos problemas, sin llegar nunca a un verdadero alivio.

Sin embargo, es esencial hacer un alto en el camino, mirarnos a nosotros mismos y comenzar un proceso desinteresado y amoroso con Jesús. Debemos abrir nuestro corazón a Él y permitir que su amor y su paz nos transformen. La verdadera solución a nuestra crisis no viene de recetas mágicas ni de soluciones temporales, sino de un encuentro profundo y sincero con Dios.

Si te sientes agobiado por la angustia, la tristeza, el rencor o el dolor, Jesús te invita a encontrar en Él el alivio que buscas: «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré» (Mateo 11, 28). Este es un llamado a abrir nuestro corazón a su presencia, a empezar un diálogo auténtico con Él, incluso si es a través de cartas diarias a Dios, un gesto de fe que puede comenzar a cambiar tu vida.

Dios es un ser personal que establece una relación única con cada uno de nosotros, y su deseo es que le conozcamos en la verdad de Su amor. Como dice la Escritura, «Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8, 32). Este encuentro con la Verdad, que es Cristo, te llevará a un lugar de paz y esperanza. Él te está esperando para ser no solo tu Señor, sino también tu amigo. Al abrir tu corazón a Jesús, verás cómo las angustias, amarguras e incertidumbres comienzan a desvanecerse.

Haz ese primer paso hacia una relación profunda con Dios, y encontrarás que la paz y la libertad que anhelas están al alcance de tu mano. Dios te bendiga en este camino hacia Su amor y Su paz.

Pregunta: ¿Si yo me fui, por que debo volver con mi cónyuge?

A veces, cuando nos alejamos de nuestro hogar, nos preguntamos por qué deberíamos volver. Queremos respuestas rápidas y soluciones mágicas para nuestra situación, sin entender que el verdadero cambio requiere un compromiso sincero con Dios y con nuestra propia transformación. Al igual que el hijo pródigo, que se alejó de su hogar en busca de una vida mejor, nosotros también podemos encontrar en el regreso a casa una oportunidad para renovarnos y reconciliarnos con Dios, con nuestros cónyuges e hijos.

Dios tiene razones profundas y llenas de amor para llamarnos de vuelta a nuestro hogar. En el libro de Malaquías, encontramos una advertencia clara sobre el pacto del matrimonio y la fidelidad que Él espera de nosotros: «Y esta otra cosa hacéis también vosotros: cubrir de lágrimas el altar de Yahveh, de llantos y suspiros, porque él ya no se vuelve hacia la oblación, ni la acepta con gusto de vuestras manos» (Malaquías 2, 13). Dios no acepta sacrificios vacíos ni actos de arrepentimiento sin una verdadera conversión del corazón.

El motivo principal para volver a tu hogar radica en el cumplimiento del pacto que hiciste ante Dios. Él es testigo de nuestra alianza matrimonial, como se menciona en la Escritura: «Y vosotros decís: ¿Por qué? Porque Yahveh es testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que tú traicionaste, siendo así que ella era tu compañera y la mujer de tu alianza» (Malaquías 2, 14). Este pacto no es una simple promesa humana, sino un acuerdo sagrado que Dios honra y vela por él.

Dios nos llama a cuidar nuestro espíritu y no traicionar a nuestra esposa o esposo, como se nos enseña en Malaquías: «¿No ha hecho él un solo ser, que tiene carne y espíritu? Y este uno ¿qué busca? ¡Una posteridad dada por Dios! Guardad, pues, vuestro espíritu; no traicionéis a la esposa de vuestra juventud» (Malaquías 2, 15). Nuestro regreso al hogar no es un simple acto de obediencia, sino una respuesta a un llamado divino para restaurar lo que una vez se rompió.

Además, Dios aborrece el repudio y la injusticia en el matrimonio: «Yo odio el repudio, dice Yahveh Dios de Israel, y al que encubre con su vestido la violencia, dice Yahveh Sebaot. Guardad, pues, vuestro espíritu y no cometáis tal traición» (Malaquías 2, 16). El regreso a tu hogar es una oportunidad para reconciliarte con Dios, en lugar de seguir el camino del abandono y la separación.

Recuerda la parábola del hijo pródigo, en la que Jesús nos muestra la alegría del padre al ver a su hijo regresar: «Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado» (Lucas 15, 24). Así como el padre recibe al hijo con los brazos abiertos, Dios también te recibe con amor y alegría al regresar a tu hogar.

Volver a tu hogar es una oportunidad para vivir el verdadero significado del pacto matrimonial, para sanar y crecer en la fe. Dios no puede cambiar su palabra, pero ofrece su misericordia y su gracia para transformar nuestras vidas. Él tiene el poder de convertir cualquier situación en una bendición, de restaurar lo que está roto y de darnos un futuro lleno de esperanza.

Así que, si te preguntas por qué debes volver, recuerda que el regreso a tu hogar es el primer paso hacia una renovación espiritual y una obediencia a la voluntad de Dios. Él te está esperando con los brazos abiertos, listo para abrazarte y guiarte en el camino hacia una nueva vida en su amor y paz.

Dios te bendiga en tu regreso y te acompañe en cada paso hacia la reconciliación y la paz.

Pregunta: ¿Cómo puedo saber si algo es un pecado?

Definíamos primero  ¿qué es pecado? Según el catecismo

II Definición de pecado 1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th., 1 2, 71, 6) ) 1850

El pecado es una ofensa a Dios: ‘Contra ti, contra ti sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí’ (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de El nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5).

El pecado es así ‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6 9). 1851 En la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella, es donde éste manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos.

Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (cf Jn 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados.

Pregunta: “¿Cómo puedo saber si algo es un pecado?”  Adaptado de  http://www.gotquestions.org/espanol/conocer-pecado.html

Respuesta: Hay dos puntos incluidos en esta pregunta.

(1) Hay cosas que la Biblia menciona y declara específicamente que son pecado.

Ejemplos de estas listas se encuentra en:     Mateo 22, 37 40 Y El le dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA , Y CON TODA TU MENTE . Este es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.

De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.   Éxodo  20,1 19 Dios habló, y dijo todas estas palabras: “Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos. “No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre. “Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo. Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado. “Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. “No mates. “No cometas adulterio. “No robes. “No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. “No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca.”   Mt 19, 18 19 Mat 19:18 Díjole él: ¿Cuáles? Jesús respondió: No matarás, no adulterarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio;” Mat 19:19 honra a tu padre y a tu madre y ama al prójimo como a ti mismo.     Proverbios 6:16 19; Pro 6:16 Seis cosas aborrece Yahvé, y aun siete aborrece su alma: Pro 6:17 ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, Pro 6:18 corazón que trama iniquidades, pies que corren presurosos al mal, Pro 6:19 testigo falso que difunde calumnias y enciende rencores entre hermanos.   Gálatas 5:19 21;  Gál 5:19  Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, Gál 5:20  adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se enojan fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. Gál 5:21  Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como y a antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios.

Corintios 6:9 10. 1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el reino de Dios.

No puede haber duda de que las Escrituras presentan estas actividades como pecaminosas, cosas que Dios no aprueba. Homicidio, adulterio, mentira, robo, etc. indudablemente la Biblia presenta tales cosas como pecados.

(2) El punto más difícil es determinar lo que es pecado en áreas en las que la Biblia no lo señala específicamente. Cuando la Biblia no cubre un tema determinado, tenemos algunos principios generales en Su Palabra para guiarnos.

(a) Cuando no existe una referencia específica en las Escrituras es bueno preguntar, no sin cierta cosa está mal, sino más bien si es valorada como buena. La Biblia dice, por ejemplo, ‘redimir el tiempo’ (Colosenses 4:5)

Nuestros pocos días aquí en la tierra son tan cortos y preciosos en relación con la eternidad, que nunca debemos desperdiciar el tiempo en cosas egoístas, sino usarlo solo en lo que ‘sea bueno para la necesaria edificación’ (Efesios 4:29).

(b) Una buena prueba, es determinar si podemos honestamente y con buena conciencia, pedirle a Dios que bendiga y utilice esa actividad en particular para Sus propios buenos propósitos. ‘Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios’ (1 Corintios 10:31). Si existe duda en que complazca o no a Dios, entonces lo mejor es dejarlo. ‘….todo lo que no proviene de fe, es pecado.’ (Romanos 14:23).

(c) Debemos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidos y le pertenecen a Dios. ‘¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios.’ (1 Corintios 6:19 20). Esta gran verdad debe ser un verdadero soporte para todo lo que hagamos o dónde vayamos con nuestros cuerpos.

(d) Debemos evaluar nuestras acciones no solo en relación a Dios, sino también en relación a su efecto en nuestra familia, nuestros amigos y otra gente en general. Aunque alguna cosa en particular no pueda lastimarnos personalmente; si tiene influencias o efectos dañinos para alguien más, está mal. ‘Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.’ ‘Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.’ (Romanos 14:21; 15:1). (e) Finalmente recuerda, que Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, y no debemos permitir ninguna otra cosa tenga prioridad por encima de nuestra conformidad a Su voluntad. Tampoco debemos permitir que ningún hábito o recreación ejerzan un excesivo control sobre nuestras vidas solo Cristo tiene la autoridad. ‘Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar por ninguna.’ (1 Corintios 6:12) ‘Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él’ (Colosenses 3:17).

Pregunta: Cual es el Primer paso que debo Dar para comenzar mi proceso de Restauración?

Respuesta: Nuestro primer paso es buscar a Jesús, que es el camino al Padre, debemos reconciliarnos y tener una relación fortalecida. No podremos lograr por nuestras propias fuerzas todo lo que nos Promete Dios al Restaurar nuestras vidas, nosotros como seres heridos, como seres confundidos, como seres en pecado…, tenemos la necesidad y única solución de buscar ser sanados, ser liberados a través de la palabra que es la verdad, ser moldeados, ser Restaurados. Por El único que lo   puede hacer: Dios Padre. Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurar á y los hará fuertes, firmes y estables.(1 Pedro 5,10). En nuestra página hay un manual que puede ser de gran ayuda para usted.

3 Pasos para la restauración familiar. (Una sección de nuestro portal).

Pregunta: ¿Dios restaura matrimonios civiles?

Cada cierto tiempo (debido a que siempre ingresan nuevos miembros a jsmf)  se cae en la en la discusión de que:”¿Dios si restaurará los matrimonios civiles?”  La respuesta es: SI LO HACE… CLARO QUE LO HACE. SI DIOS PUEDE HACERLO.. LO HARÁ.. ¿ACASO NO TIENE EL PODER?…

Pero cuales matrimonios?  LOS MATRIMONIOS CIVILES SIN IMPEDIMENTO, o sea, que ninguno de la pareja se haya casado por lo católico antes (a   menos que sea viudo o que su anterior matrimonio se haya declarado nulo por la iglesia católica). Pero aclaro, Dios nos los va a restaurar para llevarlos de nuevo al matrimonio civil.. o a la unión libre… que es una falta gravísima contra el Sexto  Mandamiento: “NO FORNICAR “… y es cierto… quien vive en    matrimonio civil, vive en pecado mortal, no puede comulgar y está en peligro de condenación eterna. Lo que hará Dios, será restaurarlos para llevarlos al Sacramento del Matrimonio.  Dios quiere que TODOS sus hijos estén bajo  su bendición y protección, y que no vivan en  pecado el cual le abre la puerta a tantos males y les lleva a infierno.  En JSMF, Dios ha regalado muchos testimonios de restauraciones de  matrimonios civiles y luego los lleva al sacramento.  Y esa es la promesa que hacen quienes estan en esta lucha… todos dicen: “antes no conocía a Dios por eso me case por lo civil… pero si  Dios me restaura.. Llevaré mi hogar al altar.. Por la bendición del Señor”  NOTA IMPORTANTÍSIMA: Esto no exime que las personas de matrimonio civil o de unión libre SIN IMPEDIMENTO, deban DISCERNIR CUIDADOSAMENTE y con la ayuda de El Espíritu Santo y guiados por un santo sacerdote si deben orar o NO por la restauración, pues tal vez Dios permitió esta ruptura para dar paso a otra bendición diferente. No dudo,  por ejemplo que en casos en donde existan hijos de por medio y años de convivencia, Dios si restaure. Pero en casos en que son pocos meses de convivencia y sin hijos, es necesario orar, ayudar y discernir qué hacer.

Por ultimo reitero: AHORA SI DIOS QUIERE RESTAURAR LOS MATRIMONIOS CIVILES SIN IMPEDIMIENTO Y LLEVARLOS AL MATRIMONIO.. CON MAYOR RAZÓN RESTAURARA LOS MATRIMONIOS QUE  CUENTAN CON EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO.

Pregunta: Como puedo estar segura(o) que Dios escucha mi oración?

Respuesta: Dios siempre va escuchar nuestras oraciones, en su palabra lo ha prometido que si de corazón nos volvemos a Él, El escuchara nuestras oraciones y nuestras peticiones. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad. (Juan 9,31) . Hay muchos testimonios bíblicos y otros más actuales, que nos muestran   la Fidelidad de Dios y su atención a nuestras oraciones, debemos tener la plena confianza en que si nosotros hemos volcado nuestras vidas a Dios y suplicamos nuestra Salvación y la Salvación de nuestras Familias, Dios Padre atenderá nuestras oraciones y en su tiempo Perfecto nos dará su Bendición. Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escucha r. (Isaías 59,2). Jesús nos dio ejemplos de oración y perseverancia, para luego de que estemos listo   recibir lo que pedimos: La Promesa de Dios cumplida, Jesús nos enseno   que la oración con Fe, de creer sin dudar que pidiendo ya lo hemos recibido, es la oración que hace que los milagros ocurran, pero también nos mostró que: Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.(Hechos 10,36)   M.E   JSMF

Pregunta: Mi esposo(a) insiste en el Divorcio, Que debo hacer?

Respuesta: Orar y Ofrecer a Dios. Muchas veces en los momentos en los que todo parece darle la Victoria al enemigo es cuando Dios actúa con convicción, certeza y en tiempo justo. Si la insistencia de su esposo(a) se hace tema de discusión, entonces debe responderle: Que aun no estando de acuerdo con el Divorcio, no se impondrá en su camino, por amor a Dios y   el (ella) . Sin embargo, si el cónyuge no creyente decide separarse, no se lo impidan. En tales circunstancias, el cónyuge creyente queda sin obligación; Dios nos ha llamado a vivir en paz .(Corintios 7,15). Recordemos siempre que Jesús nos llama a seguir sus caminos, a actuar a su imagen y semejanza, de esta manera estaremos dando ejemplos a nuestros esposo(a) del Amor de Dios y esperamos con Fe en Dios que El culminara su Gran obra en nuestras Familias, por eso esperemos ser siempre: Un obrero aprobado por Dios, No dejes de recordarles esto. Adviérteles delante de Dios que eviten las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los oyentes. (2 Timoteo 2,14).   M.E JSMF

Pregunta: Es la Voluntad de Dios orar por mi esposo(a) aun cuando llevo tiempo separada(o) y divorciada(o)?

Respuesta: Si, la palabra de Dios dice: No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12,2). Lo primero que debemos aprender es que No podemos amoldarnos a las respuesta del mundo, en donde todos escogen   el camino fácil (Divorcio, separación, nueva pareja, etc..), debemos pasar y dejar que Dios renueve nuestros pensamientos para ser transformados y así podremos COMPROBAR cuál es la voluntad de Dios (no dice conocer) ,comprobaremos que la voluntad de Dios es buena, perfecta y agradable, Nuestro Señor como Padre creador de nuestras Familias, quiere Familias: Felices, llenas de Su Temor, llenas de Su Amor, de Su Sabiduría y de su Verdad. Recordemos siempre que para Dios nada es Imposible. (Lucas 1,37) M.E JSMF