Pregunta: ¿Cómo salir de esta crisis?

En tiempos de crisis, a menudo buscamos soluciones mágicas, respuestas rápidas y sin esfuerzo que nos liberen de nuestro dolor, tristeza y desesperanza. Queremos que las cosas cambien sin tener que hacer un alto en el camino, sin la necesidad de abrir nuestro corazón a Dios y sin un compromiso genuino con nuestra propia transformación. En Jesús Salva Mi Familia, podemos ver cómo esta búsqueda de soluciones instantáneas nos lleva a dar vueltas interminables alrededor de los mismos problemas, sin llegar nunca a un verdadero alivio.

Sin embargo, es esencial hacer un alto en el camino, mirarnos a nosotros mismos y comenzar un proceso desinteresado y amoroso con Jesús. Debemos abrir nuestro corazón a Él y permitir que su amor y su paz nos transformen. La verdadera solución a nuestra crisis no viene de recetas mágicas ni de soluciones temporales, sino de un encuentro profundo y sincero con Dios.

Si te sientes agobiado por la angustia, la tristeza, el rencor o el dolor, Jesús te invita a encontrar en Él el alivio que buscas: «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré» (Mateo 11, 28). Este es un llamado a abrir nuestro corazón a su presencia, a empezar un diálogo auténtico con Él, incluso si es a través de cartas diarias a Dios, un gesto de fe que puede comenzar a cambiar tu vida.

Dios es un ser personal que establece una relación única con cada uno de nosotros, y su deseo es que le conozcamos en la verdad de Su amor. Como dice la Escritura, «Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8, 32). Este encuentro con la Verdad, que es Cristo, te llevará a un lugar de paz y esperanza. Él te está esperando para ser no solo tu Señor, sino también tu amigo. Al abrir tu corazón a Jesús, verás cómo las angustias, amarguras e incertidumbres comienzan a desvanecerse.

Haz ese primer paso hacia una relación profunda con Dios, y encontrarás que la paz y la libertad que anhelas están al alcance de tu mano. Dios te bendiga en este camino hacia Su amor y Su paz.