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DIOS NOS TRANSFORMA DIA A DIA

 

DIOS NOS TRANSFORMA DIA A DIA

Buenas tardes amigos míos, yo les quiero compartir mi situación, desde marzo de este año, pasé tantas cosas tristes, que no sabía qué hacer. Pasé por todo. En ese momento, estaba en una depresión clínica muy difícil, con pensamientos suicidas y cosas muy duras, en ese momento mi esposo me dice cosas que no vale la pena recordar, solo sé que acabaron con mi corazón y mis sentimientos, pensé que no había nada que hacer, que todo se derrumbaría, pero no fue así. El Señor nuestro Dios, nos ha mostrado el camino de maneras que no han sido fáciles, todo se fue cayendo como una pirámide de naipes, pero así mismo nuestro Señor, nos ha mostrado que El todo lo puede, que para El no hay imposible, que con oración, perseverancia, paciencia, mucho amor y mucha inteligencia todo se puede.

Ahora puedo asegurar que el Señor Jesucristo es el único que restaura, sana y salva, cualquier cosa que esté mal en nuestras vidas, nada absolutamente nada es imposible para El, con la ayuda de mamita María, san José y la intercesión del Espíritu Santo, todo va mejor que nunca. Es difícil explicarlo, pero lo único que puedo decir es que las pruebas que pone Dios en nuestro camino, son pruebas que nos fortalecen, nada ni nadie sabe por qué Dios actúa como actúa, solo El lo sabe, lo único que les puedo decir, es que mi corazón se llenó de Dios, mi refugio fue la oración, en ocasiones angustiante y desesperada, pero ese era mi único refugio.

Una de las cosas más valiosas en todo este proceso fue, el hecho que siento que mi Señor me curó de mi depresión después de llevar 9 años con medicamentos, ya no los necesito, en Él logré lo que ni los medicamentos y los psiquiatras pudieron. Solo la misericordia de Dios me mostró que habían otros caminos. Mi esposo es un hombre nuevo, tenemos un corazón nuevo en nuestro hogar, no les puedo negar que en ocasiones me da miedo de ver todo tan perfecto, y volver a salir herida, pero me esfuerzo por entregarle ese miedo a mi Virgencita del cielo, yo sé que nuestro trabajo no ha terminado, que tenemos mucho para seguir luchando, hay muchísimas cosas que sanar y perdonar, pero si estamos con nuestro Señor todo es posible.

Les cuento que yo comencé a quererme a mí misma, a arreglarme a ponerme linda, a sonreír, a morderme la boca para no decir algo de lo cual podía arrepentirme, a tratar a mi esposo con respeto, a llorar sola no mostrarle a él mi dolor, a orar incansablemente, a mostrarme independiente y segura, eso llamó mucho la atención de mi esposo, y me comenzó a ver diferente, con respecto a las cosas que pasaron, ni con todo el perdón, lágrimas o dolor puedo cambiar el pasado, ya lo que pasó, no puedo seguir torturándome por lo que él hizo, puedo cambiar yo y ver si eso funciona para los dos. Sé que Dios nos transforma día a día, que nos ayuda a cambiar día a día y nos renueva, Solo Él puede, por eso no puedo dar la victoria, dejo trabajar hasta que Dios me llame a su compañía, debo seguir en pie por mí, por mi esposo, por mi matrimonio, por mis hijos, por mi familia.

Ahora me siento enamorada, amada y muy bendecida. Saludos para todos.

NUESTRO AMOR PASO POR EL FUEGO

NUESTRO AMOR PASO POR EL FUEGO

   Hola Hermanos: Hace días tenía en mente las palabras para contarles que Dios obró en un matrimonio más: ¡El Nuestro!. El 5 de Marzo del 2011 comenzó lo que fue una separación inminente y de la que ante ojos humanos no había vuelta atrás. Y por la Gracia de Dios el 5 de Marzo del 2012 (que es el día de mi cumpleaños) mi esposo puso nuestros anillos de boda en mis manos) exactamente 1 año, y luego de 6 meses sin posibilidad de comunicación, a los 9 meses comenzó este proceso de restauración, o mejor dicho fue un proceso que comenzó desde antes pero Dios lo culminó a su tiempo.

  No quiero extenderme mucho, solo quería hacerles saber que nuestro Dios cumple lo que promete en nuestras vidas. Él tiene el momento adecuado para efectuar esa Relación Personal en nuestra historia, para acercarse a nosotros y se vale de sus maneras. Al comenzar el año 2011 mi esposo me dijo que ese iba a ser nuestro año, cuando pasó la separación, siempre me repetía en mi mente esas palabras, pero lo hacía de manera de reclamo. Hoy lo entiendo y entiendo que de verdad Dios hizo que fuera nuestro año.

   Fue el año en que decidió pasar y probar nuestro amor por el fuego. Para mí personalmente fue el año en que se consumó mi mayor acto de fe en El y fue el año en que conocí cuán ¡Grande es su poder!, en aquellos que confiamos en El. Nunca dudemos, y si las dudas llegan a nuestra cabeza, solo alabémoslo! ¡Gracias a ustedes y gracias a Dios porque El tiene un plan en cada cosa que sucede! ¡Un fuerte abrazo y que Dios los bendiga! Con cariño.

MI ESPOSO VOLVIO

MI ESPOSO VOLVIO

   Mi esposo me dejó por otra mujer y yo estaba muy triste pues vivo sola en este país, solo tengo a nuestra hija que ahora tiene 10 meses. Buscando en internet sobre mis derechos en el proceso de separación, encontré esta página. Me entregué a la oración, oré por mi esposo y por la OM. Las cosas no parecían avanzar, me trataba súper mal, mi esposo hasta olía maluco. Yo seguí los consejos de esta página y no los de las otras personas, yo creí.

   Mi esposo ¡regresó el 19 de marzo para la fiesta de San José!, yo le ofrecí que si me ayudaba a que mi esposo volviera yo llevaría una imagen de Él a la iglesia… y un milagro que al otro día, mi esposo volvió. Hoy las cosas son tan diferentes, vivimos en armonía y hasta económicamente empezamos a mejorar. Gracias.

JESÚS LANZO SU RED SOBRE MI Y MI VIDA CAMBIO

JESÚS LANZO SU RED SOBRE MI Y MI VIDA CAMBIO

Hace mucho tiempo que tenía deseos de escribirles, de compartir mis experiencias en este camino de la mano de Jesús y María, pero la verdad no lo había hecho antes porque también pensaba ¿qué les voy a decir?, no sabía cómo empezar ni por dónde empezar. Bueno, El Señor ha puesto este momento para que lo haga y aquí estoy, voy al grano mejor para no aburrirlos.
Antes de que me casara, yo conocí al Señor, a través de un grupo carismático, de esto hace ya como 25 años atrás, pero lamentablemente, cuando uno no se entrega completamente, cualquier cosa que pase, nos hace olvidar todo lo bueno que conseguimos, y así pasó conmigo. Luego me casé y más aún me alejé de Dios, tengo 16 años de casada, pero ya desde antes mi esposo y yo teníamos muchos problemas, discusiones, por mis celos, celos que ciertamente tenían fundamento, pero celos al fin, y cada vez que celaba a mi entonces novio y luego esposo, era razón para discusiones, terribles discusiones y alejarnos cada vez más el uno del otro, tanto así que a los 4 meses de casados, mi esposo y yo nos separamos porque comprobé que me engañaba con una ex enamorada, yo realmente estaba enamorada y quería mucho a mi esposo y me dolió mucho lo que había hecho.

Al cabo de 4 meses nuevamente volvimos, la verdad él nunca me pidió perdón por lo sucedido, pero yo lo busqué, y supuestamente lo había perdonado, pero resultó no ser así, recién después de muchos años me he dado cuenta que no fue así, porque yo no había olvidado lo sucedido y cada que podía se lo echaba en cara y me ponía como víctima, al principio esta ‘treta’, daba el resultado que yo quería, o sea mi esposo se sentía mal, se sentía culpable y yo tranquila, pero con el paso de los años ya no era así, sino por el contrario, ahora el me echaba la culpa de todo, me decía que yo era la culpable de que él se haya portado así por mis celos, que yo lo había empujado a hacer eso, y todo el tiempo, ya con 3 niños, nuestra vida eran discusiones y malos tratos, hasta que nuevamente volvió a serme infiel, pero esta vez a diferencia de la anterior, yo reaccioné más calmada, llevada por los consejos de mis hermanas mayores, conversé con él, dijo que eso no significaba nada y que eso iba a terminar, y supuestamente así sucedió.

Mi esposo aunque yo quería saber detalles de esa relación, jamás quiso hablar de ello, y traté como se dice de llevar la ‘fiesta’ en paz, pero no fue así, las discusiones se acentuaron, y yo como estaba ‘harta’ de él, en muchas ocasiones le sugerí, el divorcio, porque según yo, era la mejor solución, para que nuestros niños no sufrieran, pues ninguno de los dos, estaba dispuesto a cambiar, a ceder, siempre estábamos a la defensiva. Yo pobre víctima, sufría, y mis hijos también, gracias a Dios, tengo una madre, muy religiosa y siempre me aconsejó a dejar todo en manos de Dios, pero yo no comprendía en ese entonces la magnitud de esas palabras, o no quería comprenderlas, rezaba, a veces oraba, pero no me entregaba ni entregaba a Dios completamente toda mi carga.

Hasta que un buen día, Dios, lanzó su red sobre mí, y no saben cómo se lo agradezco, el Señor me atrapó, me capturó a este grupo, aquí he vuelto a tomar el camino desandado todos estos años, aquí el Señor me ha mostrado su inmenso amor hacia mí y los míos, sé que aún me falta mucho, muchísimo por recorrer, pero me he entregado a Él, ahora sí, porque reconozco que sin El mi vida no tenía sentido, le he entregado a mi esposo, si hasta hace más o menos 5 meses, no dejábamos de discutir un solo día, ahora las cosas son distintas, no lo hacemos, hay discusiones aún, pero ya no como peleas, sino como un intercambio de pareceres, hay paz, se respira un ambiente de tranquilidad, de respeto.

Les decía que aún falta mucho camino que recorrer porque aunque yo quiero, mi esposo aún se resiste al amor, pero ¿saben?, eso no me desanima, antes cuando le hacía cariño, (él no es cariñoso, no demuestra sus emociones, siempre fue así) al verme no correspondida, me sentía, como que hacía un papel de tonta, de ridícula, sentía como que estaba mendigando amor y eso me ponía de muy mal humor, era una amargada, ahora no, ahora siento que al contrario, debo demostrarle a mi esposo todo el amor que siento por él, no me importa si el me ve ridícula o tonta, no me importa lo que los demás piensen o digan, y aunque él no me corresponda en la medida que yo deseo, no me importa, debo confesarles que muchas veces él se ríe cuando me ve rezar con ustedes, una vez cuando me vio leyendo el libro: “El poder de la esposa que ora”, me dijo: ¿qué crees?, ¿que con eso me vas a cambiar?, yo solo sonreí y dije: no yo no.

Estoy en una lucha, para que él se rinda completamente a Dios, para que lo reconozca como su Señor, él se resiste, pero no sé cuánto más podrá aguantar. Oro para que su corazón se ablande, pero sobretodo oro para que el Señor me cambie a mí completamente, sé que yo voy a ser el mejor ejemplo para que él crea y se convierta a Dios. ¿Saben?, nosotros nos hemos herido mucho, nos hemos dicho cosas terribles, esas cosas feas que salen en momentos de rabia, de ira, pero el Señor está sanando, y aunque por ahora el me ve como una almohada más en la cama, no me duele, no me hiere, no me importa, porque sé, confío en el Señor, que sólo EL puede cambiarlo y que lo está haciendo conmigo, si antes era una reclamona, ya no, si era una llorona, ya no, si gritaba y renegaba, lo hago menos, si antes provocaba discusiones, ahora no, no es fácil, sobre todo con el temperamento explosivo que tenía, pero Dios me ha seducido y yo me estoy dejando transformar.

Si hermanitos, no se imaginan lo maravilloso que es estar enamorada de Dios, ha tocado las fibras más profundas de mi ser, con ese amor que sólo Él sabe brindar, es que ahora no puede hacer nada sin consultarle, no quiero hacer nada que pueda ofenderlo, es casi como cuando uno conoce a una persona y se enamora, bueno muy parecido, con la diferencia que a esa persona, a veces uno se preocupa más por agradarle externamente, sin embargo a Jesús, sólo me interesa agradarle interiormente, que es lo que El realmente ve; si me pide orar, oro, si me pide perdonar, Perdono, si me pide amar, Amo, si tengo que arrodillarme, me arrodillo, si tengo que agradecer, agradezco, todo para que Él se sienta contento y orgulloso de mí, y cuando no lo hago,(porque también me pasa), a diferencia como les decía de esos amores ‘terrenales’, Él no se molesta, sino me habla con Amor, a veces me reprende, pero con Amor. Y me da tantos abracitos y me hace tantos cariñitos, ¿que quién no se rinde a eso?! Y trato de tenerlo conmigo mañana, tarde y noche, juntitos, abrazaditos los dos, pensando sólo en El.

Ah y como buena ‘novia’, lógicamente también busco agradar a la ‘suegrita’, o sea a María, su Madre Santísima, y sí, creo que ya me la gané, porque me ayuda tanto, en todo, fíjense que nos ama tanto, tanto, que yo que le pedí para que mis hijos oraran y fueran también a Misa, bueno ya comenzamos, mis dos niñas de 11 y 7 años, estamos yendo todos los días y la mayorcita hasta comulga junto conmigo. ¿Qué creen, obra mía? No! De Dios por intercesión de María! Por eso queridos hermanos, déjense enamorar, déjense amar por Jesús. Hermanitas especialmente, no se desanimen, sean firmes en su fe, si ustedes creen en el Señor y todo lo bueno que hace, entonces ¿por qué dudan?, ¿por qué reclaman?,¿ por qué se cansan? El Señor nunca dijo que el camino era fácil, pero si dijo: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados que yo los aliviaré.” Ánimo, adelante, alaben y ¡bendigan a Dios!, den gracias por todo lo que ha creado y acontecido para nuestro bien. Porque nos ama. ¡Dios los bendiga! enormemente! y la Virgen María los cubra con su santo manto! Los amo!.

TESTIMONIO LA TERCERA ES LA VENCIDA.

TESTIMONIO LA TERCERA ES LA VENCIDA.

  Me conocí con mi esposo un 31 de diciembre de 1999, en mi casa materna. Desde el primer momento que lo vi me enamoré de él, se puede decir que fue amor a primera vista. Desde ese momento supe que era el hombre con el cual quería compartir el resto de mi vida. Vinieron 4 años muy bonitos de noviazgo y después de una dolorosa pérdida de un bebé que esperamos juntos, decidimos casarnos el 27 de diciembre del 2003. Todo fue hermoso, un poco duro al principio pero sé que mi Dios me regaló al mejor hombre del mundo, un ser humilde, caritativo y muy responsable. A los 8 meses de matrimonio llegó nuestra primera hija María José a llenar nuestro pequeño hogar de luz y alegría, fue la experiencia más hermosa vivida que creo yo como mujer todas hemos experimentado.

Después de 2 años de haber nacido mi hija empezaron nuestras diferencias y peleas, mi esposo por su trabajo hacía turnos de noche y a veces doblaba turno, por lo cual casi no nos veíamos, empezaron los primeros indicios de infidelidad por parte de él, sin mayores consecuencias, pero que van dejando a lo largo del camino resentimientos y sentimientos encontrados. Para esta primera crisis ya me encontraba yo embarazada de mi segunda bendición Luisa Fernanda, a la que con mucho cariño llamamos Luchis, a los tres meses de embarazo decidimos separarnos, o bueno, yo decidí echarlo de la casa, empacándole todas sus pertenencias y prácticamente obligándolo a marcharse.

Los siguientes meses fueron un infierno total, estaba embarazada, sola y sin trabajo, para Gloria de mi Dios mi esposo nunca dejó de proveernos económicamente, pero nos hacía falta mucho más, sobre todo para mi pequeña Mary. En mi corazón lo único que guardaba era un profundo odio hacia ese hombre que el Señor un día me puso por esposo y mis más oscuros pensamientos venían a mi mente tramando cosas inimaginables. Nació nuestra pequeña Luchis y fueron días muy tristes para mí, me deprimí bastante, al pensar en que me encontraba sola, con dos pequeñas que crecerían sin un padre.

A los 5 meses de vida de Luchis decidimos volver, al principio como toda reconciliación fue hermoso, pero no demoraron en venir nuevamente mi desconfianza, mis celos y mis reproches, la situación pasó de color marrón a negro total, hasta llegar al punto de sentir fastidio por mi propio esposo. Ya no nos soportábamos y yo sabía que él me mentía, que algo escondía y si bien siempre he sido católica desde pequeña, mis súplicas y oraciones eran para que mi esposo se diera cuenta de lo mal que estaba, porque según yo era demasiado buena para él. Así pasaron 3 años de tortura hasta que la copa se rebosó, pero esta vez por algo que en mi papel de inspectora descubrí: revisando la cartera de mi esposo di con una foto y una fórmula médica de una ampolla de planificar a nombre de una persona que supuse era la misma de la foto. Confronté a mi esposo y éste sin más ni que, me dijo una verdad muy disfrazada; en fin, lo volví a correr de la casa y otra vez le empaqué sus pertenencias. Eso fue en diciembre del 2011, fue una Navidad terrible.

Los meses siguientes del 2012, fueron aún más terribles, enfrentarme a la responsabilidad de criar a mis hijas prácticamente solas, con un hogar que mantener (aunque mi esposo nunca dejó de proveernos). A mediados de enero mi esposo me llama y me dice que volvamos a intentarlo, lo único que me faltó por hacer ese día fue reírmele en la cara, ya que pensaba que era una desfachatez de parte de él pedirme tal cosa, y así seguimos. Él iba los domingos a llevarse las niñas un rato y las devolvía en la noche.

En otro intento de hablar sobre nuestra relación me llama una noche y me dijo tantas cosas, una de esas es la del título de mi testimonio: LA TERCERA ES LA VENCIDA. Yo otra vez me burlé de él diciéndole que cómo se le ocurría decirme eso otra vez y me dijo tantas cosas que me hicieron pensar en una tercera oportunidad, pero como otra vez me las quería dar de inspectora, rebusqué y revolqué el número telefónico de la OM y le llamé al trabajo, muy digna ella y amable me contestó y me ratificó su relación con mi esposo, me dijo que estaban muy bien, que tenían planes de irse a vivir juntos, en fin. Hasta la fecha no se si todo eso tan bonito que me dijo hubiese sido verdad, pero yo también le comenté los planes que tenía mi esposo, le conté lo de la llamada y le propuse que nos reuniéramos los tres para aclarar la situación y ver quien mentía. Así quedamos y nos encontramos ese día en un parque cerca de mi casa. Yo llegué y los esperé, pensaba que mi esposo vendría solo en su moto y que ella llegaría de pronto en un taxi o algo así, pero para mi sorpresa y mi infortunio llegaron los dos juntos en la moto. Sentí que se me venía todo al suelo, pero muy digna me reuní a hablar con ellos, fue lo más ridículo y absurdo que uno puede hacer en esos momentos, enfrentar al pecado de esa manera, pues ya sabemos que la que siempre queda mal es uno.

  Me dio tanto coraje hermanitos ver como mi esposo la prefería a ella, cómo le creyó cada palabra a ella y no a mí, su esposa, eso me destruyó. Pero lo único que le dije a mi esposito al irme fue que me dejara la vida en paz, que así como él, yo también tenía derecho a rehacer mi vida y que por favor no me buscara más y me fui de ahí. Caminar hacia mi casa fue como andar sobre el viento, yo ni oía ni veía los carros ni sentía el asfalto bajo mis pies, estaba en una inercia total. Al llegar a mi casa rompí en llanto, mi madre que para ese entonces vivía conmigo me dijo que eso fue lo peor que pude haber hecho, pero yo solo lloraba y lloraba. Duré 3 días enteros sin probar nada de alimento, no puedo explicar con palabras textuales que era lo que le sucedía a mi cuerpo, pero yo me sentía muerta, ni mis hijas podían quitarme esa tristeza tan terrible que me embargaba el alma. Mi corazón me dolía literalmente, yo sentía que algo lo atravesaba y me causaba mucho dolor físico, hasta pensé que me iba a morir de un paro cardíaco o algo parecido.

Hasta ese entonces yo pensaba que era una santa, que mi esposo era el peor canalla del mundo por habérmelas hecho tantas veces, y que yo era una víctima más de sus fechorías. Para ese entonces yo ya conocía de este hermoso grupo, pero por cosas del orgullo no había vuelto a visitar la página, algo en mi interior me decía que debía luchar por mi hogar, y ahí fue cuando volví a la página de JSMF. Leí atentamente cada uno de los pasos para la restauración, y fue cuando una máscara cayó a mis pies, aunque nunca le falté a mi esposo de obra, si cometía adulterio de pensamiento, le falté muchas veces al respeto, lo puse por debajo de muchas otras cosas y lo lastimé con mis palabras.

  Empecé leyendo los libros de apoyo de nuestros hermanos separados, hice la novena a la Sangre de Cristo, la coronilla a la Divina Misericordia, el rezo del Santo Rosario, la novena desatanudos. Leer el libro del Desafío del Amor, me ayudó bastante a revisar en qué había fallado como mujer en mi hogar, lloré más de una vez viendo las películas: Cicatrices y Fireproof; hice todo lo que según yo estaba a mi alcance, pero algo me faltaba, no me sentía con la paz y la tranquilidad que yo anhelaba, me sentía amargada, ahí fue cuando me fui para la iglesia de Girón (un pueblito que queda relativamente cerca donde vivo), al Señor de los Milagros y le pagué una promesa de rodillas hasta el Santísimo. Ese día mí corazón dolía mucho más y no aguantaba las lágrimas, me confesé y mi Señor me regaló una promesa muy hermosa y le habló a mi corazón: El me dio dos opciones: una era tomarlo a Él como mi esposo para siempre y la otra era luchar por mi esposo perdido. Yo sin vacilar tomé la segunda opción, la de luchar por ese hogar destruido.

En esta lucha me dieron mucho ánimo los testimonios de mis otros hermanitos restaurados y los testimonios de Charlyne y Bob y creí firmemente que Dios sí restaura y sana los matrimonios rotos y heridos. Un par de veces mi Señor me regaló unas visiones por medio de sueños, muy lindas, que aún guardo en mi ser. En eso mi cambio empezó primeramente por el trato con mi esposo, pues cuando él llamaba a la casa a preguntar por las niñas yo le respondía con dos piedras en las manos y era muy cortante. Eso cambió, ya lo trataba bien, cordialmente y empecé a invitarlo esporádicamente los domingos a almorzar a la casa. Trataba de preparar las cosas que a él más le gustaban, lo invité varias veces a la Santa Misa, y a un retiro muy bonito de oración y liberación, fue algo muy gratificante para nuestras vidas. En una oportunidad yo le manifesté lo que estaba haciendo y le dije que yo estaba parada firme por la restauración de nuestro hogar, que lo iba a esperar el tiempo que fuera necesario y pues él lo tomó muy bien, me dijo que sí, que habían muchas cosas por cambiar aún pero no más.

Parecíamos como novios, él se quedaba los fines de semana en casa y algo que nunca olvidaré es la alegría tan inmensa de mis hijas, sobre todo de Luchis que con sus 4 añitos le decía a su papá: ‘Papito quédate, esta es tu casita, tráete tu ropa para acá, trae tu pijama’, eso en verdad me partía el alma, pero terminaba el fin de semana y otra vez lejos de su hogar. Así trascurrieron los días y los meses y yo ya me estaba empezando a desesperar al no ver ningún progreso ni deseo de volver al hogar, hasta que un día le dije que ya lo nuestro no se iba a dar que era mejor que empezáramos a mirar hacia otro rumbo porque de pronto Dios aún no quería nuestra restauración; y ahí fue cuando me dijo que quería volver al hogar y que estaba pensando trastearse ese fin de semana. Yo me quedé atónita y solo le dije que mejor lo pensara, que yo sentía que él no había cambiado en nada, que cómo podríamos volver a reconstruir otra vez nuestro hogar, en fin, la indecisa era yo, pues sentía mucho temor de volver a cometer los mismos errores garrafales del pasado.

Al día siguiente día se trajo sus cosas poco a poco, primero su ropa y luego sus demás pertenencias. No me lo creía, duré como en shock una semana, en la que después reaccioné y me dije a mi misma, “esta es tu bendición, el Señor te ha devuelto a tu amado esposo”, y por fin me las creí. Hermanitos, el 27 de diciembre del 2012 cumplimos 9 años de matrimonio, renovamos votos, el padre bendijo nuestras argollas, las cuales habíamos perdido y desde ese día 12 de noviembre del 2012, estamos nuevamente juntos.

  Han sido meses un poco duros sobre todo para mí, pues la tentación por estar revisándoles sus cosas no deja de atormentarme, pero sé que mi confianza está puesta en el Señor Dios, y si confío en El, sé y estoy segura que mi esposo me será fiel. Lo que ahora quiero para nuestro futuro es compartir cada día que mi Dios me regala al lado de ese hombre maravilloso que tengo como esposo, de mis dos pequeñas princesas, quiero verlas crecer y con la ayuda de mi Señor y mamita María criarlas en el amor a Cristo Jesús. Que ellas tengan el mejor ejemplo de vida en nosotros para que el día de mañana ellas puedan construir un hogar digno de Cristo.

   Mi restauración apenas empezó y sé que terminará el día en que cada uno de los dos sea llamado al encuentro con Nuestro Señor, la tarea no es nada fácil, pero quién dijo que lo verdaderamente valioso en esta vida es fácil. Gracias a todos mis hermanitos de JSMF, los testimonios de Nidia, las palabras de aliento de la Sra. Flor, de Francisco, Javier, María Mejía, fueron un bálsamo en medio de una encrucijada por el desierto, pero que al final terminó con un hermoso oasis lleno de amor, de valores y de recuerdos gratos que llevaré para siempre en mi existencia, gracias a ti Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, a ti Madrecita linda que estás en el cielo, a mis angelitos que velaron por mí y me levantaron tantas veces cuando pensé tirar la toalla, a los que todavía quedan esperando por su milagro, crean que así será, el día menos pensado como sucedió conmigo, ¡el día menos esperado!.

   Lo único que se puede esperar de mi Dios es amor, porque Él nos ama inmensamente y quiere que todos sus hijos sean felices, aunque tengamos que pasar primero por un calvario, la verdad vale la pena. Gracias mil gracias. Quiero compartirles unas hermosas promesas bíblicas que mi Señor me dio en momentos de angustia y desesperación que sirvieron para aumentar y afianzar mi propósito de luchadora:

Isaías 41 10: “No temas, que contigo estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios. Yo te he robustecido y te he ayudado, y te tengo asido con mi diestra justiciera.”

” 11: “¡Oh! Se avergonzarán y confundirán todos los abrasados en ira contra ti. Serán como nada y perecerán los que buscan querella.”

12 “Los buscarás y no los hallarás a los que disputaban contigo. Serán como nada y nulidad los que te hacen la guerra.”

Lucas 3 4 “Como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas;”

5 “Todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos.”

  1 Timoteo 3 2 “Es, pues, necesario que el que preside sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar, 3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero, 4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad.

PIDAN Y EL SEÑOR LES DARÁ RESPUESTA

PIDAN Y EL SEÑOR LES DARÁ RESPUESTA

   Buenas noches hermanitos, con una inmensa alegría, les cuento que mi amado esposo vuelve a casa, ya hoy trajo sus ropitas y yo estoy que me gozo en el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia por los míos, mi amado esposo viene a vivir a casa, dice que por sus hijos, pero yo le creo a Dios que allí comienza el inicio de mi restauración matrimonial ¡BENDITO MI DIOS!. Mi amado esposo me ha dicho que desde que dejó su relación con la (OM) ha sentido un peso que se le quita, pero ella es insistente y por otros problemas que se han venido, hasta le tiene cierto miedo. Mañana vuelve a su hogar, mis hijos están súper felices.

   Ahora les pido que sigan orando pues mi esposo aún está atado de cierta manera con ella por temor, les pido que oren por que se alejen uno del otro sin causarse ningún daño y se retiren uno del otro llenos de bendiciones.  Hemos hablado desde ayer con una paz, que solo el Espíritu de Dios nos da. El me habla con mucho amor y me da caricias de amor. Estoy que reviento de alegría, aunque sé que el venga según sus condiciones, ya para mí es un gran paso, encontrándose en su hogar, encontrando esa paz que él me dijo desde que se fue no ha tenido.

   Me cuenta que el primer día que le dijo: “no voy a tu casa”, sintió que un peso se te quito de encima y que pudo volver a dormir bien, ella le insiste mucho, así que pido sus oraciones. Les digo oren mucho, hasta que sus rodillas no den más, hasta que su voz no salga más palabra, oren al Señor y les digo: Dios es Misericordioso, Dios de Amor. Es  increíble, desde el primer día que mi amado esposo se fue de la casa hace un mes y seis días, El Señor no dejó de decirme que mi matrimonio sería restaurado y yo le creí fielmente, aunque hay veces tengo miedo a que la OM no le deje.

   El Señor me da la Palabra de Judit 11, 1:4, no cesen en sus oraciones, pidan y El Señor les dará la respuesta. No pierdan nunca la esperanza aún estoy en mi lucha, en mis oraciones y confianza en El Señor. Hermanos en Cristo, Dios me los bendiga, sigan sus oraciones llenando el cielo por mi restauración total de mi matrimonio y los demás matrimonios en crisis.   Los mantengo en mis oraciones. ¡Bendito seas Dios, alma mía alaba al señor, Bendito, Bendito, Bendito mi Padre mi Abba Celestial, pues escuchó mis oraciones!

HA SIDO UN MILAGRO MARAVILLOSO

HA SIDO UN MILAGRO MARAVILLOSO

   Alguien que conoce este grupo, estuvo a mi lado en toda esta etapa siempre mostrándome la misericordioso que es Jesús, me mostró el camino en donde pude abandonarme con la profunda fe de saber que Jesús me levantaría de su mano, sin importar lo que sucediera y fue ahí cuando lentamente empezó todo a cambiar, y no me refiero a mi esposo sino mi a mi corazón. Solo cuando pude amar con amor desinteresado y entregado a mi esposo, a mi familia, sin pretender nada a cambio, pude encontrar la maravillosa paz que me permitió entender, que podía estar en paz sin depender de lo que sucediera en mi matrimonio y solo ahí empecé a recibir la gracia de la restauración. Hoy mi esposo es el hombre amoroso que solía ser, pero más importante que eso, yo pude amarlo profundamente otra vez, ella me decía que Jesús no hace las cosas a medias y por eso la restauración tenía que ser total. Tenía toda la razón, hoy es mucho mejor que antes. “No te desanimes, confía en El y ora mucho por tu esposo(a) para lograr la bendición para el (ella)”. Solicitamos a la hermana que vivió esta restauración y nos compartió el detalle de lo vivido:

   En una semana cumplimos 14 años de casados, tenemos 3 hijos y aproximadamente 2 años de evidenciar un cambio radical en mi esposo, cuando entró a trabajar en una compañía, en donde la familia es vista como un estorbo y empezaron los problemas. El empezó a ir a fiestas hasta la madrugada. Lo que nunca antes había hecho, empezó a desconectar el celular al final del día y llegar tarde, una noche no durmió en la casa. En fin a suceder cada vez más todo lo que sabemos que sucede en estos casos y yo a ponerme como una fiera, cada vez más intolerante y resentida, hasta hace 4 meses que me pidió que nos separáramos.

   Si no hubiera tenido la ayuda de esta persona que los conocía a ustedes, con seguridad mi reacción hubiera sido decir: “listo voy a intentar independizarme lo más rápido posible de todo lo que nos uniera”. Pero Dios me la envío como un ángel, me enseñó que: yo tenía una responsabilidad espiritual en esta familia y por esa alma que estaba confundida, a mí inicialmente me parecía demasiado pedirme tanta entrega. Pero finalmente Dios me seguía iluminando y me ayudó a luchar; pude decirle que no, que no aceptaba la separación porque yo me había casado por la iglesia y eso no había sido para que cualquier persona lo separara. Él se quedó atónito, yo le dije que hiciera lo que él quisiera, que yo seguiría en mi familia, como una columna y asumiría la responsabilidad de nuestra relación, solo por un tiempo mientras él lograba aclarar lo que l

Le estaba pasando,(obviamente cuando conté esto mi hermana pensaba que era la más boba de todas).

  Empecé a encontrarme con Jesús en mis oraciones en la madrugada cuando no aparecía y recibí como un bálsamo una tranquilidad y una paz que no había sentido antes, ahí supe que Él siempre estaba conmigo, si yo le abría mi corazón, me sentí tan segura, sabía que, nada malo podía sucederme en mi interior, si seguía agarrada de su mano así afuera todo se estuviera derrumbando, lo sentía como un Papá amoroso, protector y misericordioso como es él. Y me reencontré con Dios en mi vida, hasta el grado que ya si mi esposo cambiaba no era tan importante para mí, lo importante era continuar amando a Jesús en mi vida, que pudiera evidenciar en todo lo que hiciera su amor, por ejemplo en la forma de relacionarme con mis hijos.

  Y de repente me encontré un día con mi esposo pidiendo que rescatáramos mi ¡matrimonio! Ha sido un milagro maravilloso, pero lo más importante, ha sido encontrarme con Dios otra vez. Sé que en los tiempos del Señor mi restauración ha sido muy rápida, oro mucho porque a ese ángel que me ayudó, la restauración le llegue pronto. También sé que la lucha acaba nunca, pero pido todos los días por permanecer agarrada de la mano del Señor para siempre. Para que sepan que la restauración es total en una semana estaremos renovando nuestros votos matrimoniales. Y a pesar de que el aún sigue alejado del Señor me dijo que aceptaba la invitación para la renovación, oro porque pueda recibir en su corazón la dicha que me ha regalado.

                                                                             Dios los bendiga.

TESTIMONIO DE UNA PAREJA CASADA POR LO CIVIL

TESTIMONIO DE UNA PAREJA CASADA POR LO CIVIL

   NOTA: En JSMF apoyamos y animamos a los matrimonios civiles sin impedimento, (significa que antes del matrimonio civil actual ninguno de los dos haya estado casados por lo católico con otra persona) a que se reconcilien, restauren y se acerquen al sacramento del matrimonio permitiéndoles volver a estar en comunión con la iglesia y tener una familia cobijada por la bendición de Dios.

   Buenas tardes hermanos: Mi nombre es Myriam soy una de las más recientes integrantes del grupo, pero sigo esta página desde hace más de un año, quiero compartirles un pedacito de mi experiencia, para que les sirva de aliento a los que en estos momentos pasan por dudas y desesperación. Yo estaba en unión libre con el padre de mi hijo (actualmente tiene año y medio), nos separamos cuando él bebe tenía 4 meses, para mí fue sorprendente pues jamás habíamos tenido problemas y yo nunca había dudado de él o era celosa, pero pasó hermanos, nos peleamos lo corrí de la casa y él se fue muy digno. En lugar de arreglar las cosas se fue a casa de sus papás y a vivir de soltero y claro a salir con otra mujer. No saben el dolor tan profundo que viví algunos meses, por esta separación y por saber que él andaba con OM, yo lloraba y quería tenerlo a mi lado.

   Gracias a Dios, en este lapso conocí más de Dios y me acerque más a Él, me permitió ver, que él nunca jamás a pesar de mis pecados e ingratitud me iba a dejar sola, aprendí a estar sola, pero con El, triste pero con El, desanimada pero con El. Jesús fue llenando mis vacíos, consolándome, acompañándome dándome fuerzas, además de un buen empleo, gente buena que me ayudó. Jamás me faltaron nada hermanos jamás. Y aun así yo estaba triste porque quería un hogar, una familia para mí y para mi hijo.

   Pero ¿saben que me enseñó Dios?, Que Él es el único que sabe cómo, cuándo, donde, por qué y para qué. Hasta que por fin yo entendí que era inútil ir contracorriente, hasta que le dije: “Señor yo ya no puedo más, si tu Voluntad es que yo esté sola o que rehaga mi vida con otra persona (ya que yo no era casada) pues que se haga lo que tú digas Señor, porque si tú lo decidiste así será lo mejor para mí y mi bebe. Aun me dolía hermanos, aun lloraba por verme sola, aun deseaba con toda mi alma tener un hogar al lado del padre de mi hijo, pero yo no iba a hacerlo, a Dios le correspondía, a mí no. Porque la ¡Gloria es para Él!.

   Milagrosamente cuando yo ya daba por perdido todo con mi ex pareja, un milagro sucedió, él se empezó a interesar por mí, me pidió que lo intentáramos de nuevo (él ya se había arrepentido y me había pedido perdón por lo que hizo antes) ahora sí quería algo bien, yo lo pensé un tiempo pero al final me dejé guiar por mi corazón y puse todo en manos de Dios.

   Ahora puedo decirles hermanos que Dios me regresó a mi pareja no convertido en un santo, pero si mucho mejor que antes y desde que volvimos hemos atravesado cosas difíciles pero Dios nos ha ido cambiando a los dos, ha ido tocando nuestros corazones y convirtiéndonos. Hasta mi ex pareja quiere dejar de beber, porque en su año de soltería que tuvo agarró ese vicio pero gracias a Dios él está decidido a dejar de beber. Ese es un milagro para mí porque él jamás lo habría decidido, si no fuera porque Dios está con nosotros y quiere hacernos una familia suya.

   Ahora hermanos: Tantos experiencias que veo aquí de personas que ya están casadas, que ya cuentan con la bendición de Dios, con mayor razón Dios está con ustedes, Dios los va a apoyar, pero también sé que Dios quiere algo de ustedes, quiere que se entreguen, que no tengan ni vean a nadie más que a Él, como única ayuda y apoyo, Dios siempre está con nosotros, hasta en los momentos más tristes y solos de nuestras vidas, es El quien nos acompaña. No pude quedarme callada, tenía que compartir con ustedes: “que somos hijos de un Rey, de un Cristo Vivo, que está a nuestro lado para apoyarnos para consolarnos y levantarnos”, hablen con El, pídanle, oren por sus familias, pero ante nada, pidan por su fe, su fortaleza, su alegría porque nadie nos hará felices excepto Dios.

   Aún no estoy casada por la iglesia, pero ya tenemos planes de hacerlo para tener la bendición completa, todos mis deseos y anhelos están en las manos de Cristo Jesús y yo confío en El, más en los momentos difíciles. Por eso hermanos no desaprovechen la bendición que ustedes tienen ya en sus hogares en sus matrimonios y confíen plenamente en El, aunque ya no tengan fuerzas ni ánimos, nunca dejen de confiar y amar a Dios, Dios los bendiga: Seguiré orando por todos ustedes y la restauración de sus hogares.

SOLO CONFIAR CIEGAMENTE EN DIOS.

SOLO CONFIAR CIEGAMENTE EN DIOS.

   Hola mis hermanos, mis amigos de JSMF a los que llevan rato en el grupo y a ¡todos los nuevos! Cada vez que entro a la página y veo desesperación, rezo más por todos nosotros, pero también pido a Dios que todos logremos entender y aceptar la prueba y la Voluntad de Dios en nuestras vidas, en todo momento. Todo tiene un propósito y de seguro no es que nos rindamos. Mi matrimonio ha sido restaurado, pero aún estamos en proceso y lo que he aprendido es que este proceso será hasta que Dios nos llame a la vida eterna. Esto no acaba, siempre habrá una prueba que superar para seguir creciendo por dentro, porque eso no parará jamás. Hay que seguir dando lo mejor de sí, ¡hasta que nos llegue la hora!

   Aquí mis consejos: lo que a mí me ayudo y me sigue ayudando a diario, porque hay recaídas y tentaciones, solo hay que saber no caer en ellas con el paso del tiempo y por supuesto la ayuda de Dios, María, oración, confesión y comunión.

1.Lo primero que aprendí fue a no perseguir, buscar, suplicar, averiguar, etc. a mi esposo. Lo dejé en manos de Dios y lo dejé totalmente, no fue fácil, pero tuve que aprender a morir a mí misma. No lo llamaba, no lo buscaba, solo respondía sus llamadas y acercamientos con relación a nuestra hija y lo hacía de la forma más respetuosa (como me gustaría que él me tratara) y así fue. Al pedir respeto en momentos en que él no lo era conmigo, por mi conducta hacia a él, terminaba siendo respetuoso y moderado. Nunca dejé de hablarle, tratarlo bien ni le negué a nuestra hija (fotos, visitas, etc. que me pedía) siempre estuvo presente en los momentos de nuestra hija, porque lo mantuve presente, a pesar de su alejamiento, amenazas de divorcio, salidas, viajes, etc.

   A pesar del dolor, de la humillación, de todo, lo traté como padre y esposo siempre. Al día de hoy, que todo está diferente y Dios está guiando nuestros pasos y vidas, mi esposo no olvida eso, eso fue lo que más le tocó, ya hasta me lo ha dicho. “Tú siempre me tratas bien, aunque yo no me lo merezca”. En la prueba difícil, de dar sin recibir, de amar y respetar cuando los deseos de hacer lo contrario acechan, le pedía a Dios, a nuestra Madre y al Espíritu Santo que me ayudaran, le ofrecía todo a Dios, por mi esposo, por la otra mujer, por nuestro grupo JSMF y por mí misma. Me fui llenando de Dios y de felicidad.

  2. Consagrarme a María fue otra de las mejores cosas que pude hacer en mi vida. Rezar el Rosario, aprender cada día a poner el corazón, olvidarme de pedir lo que yo quería, y pedir la Voluntad de Dios, amarlo más y amar más a María. Todavía hoy sigo queriendo poder poner más el corazón en la oración, pero hasta los pequeños intentos Dios y la Virgen los cuentan y obran maravillas. Llegó un punto en que si no rezaba el Rosario diario, me sentía que algo muy grande había faltado en mi día. Hoy día me despierto y lo primero que hago es rezar, lo escucho por Tunen (App) y busco Estereocatolica o EWTN español. Hacer la confesión y comunión de 5 sábados por 5 meses por María y reparación por las ofensas a su Virginidad e Inmaculada Concepción ha sido milagrosa. La última vez que lo hice terminé en noviembre pasado y ese mismo mes, apenas una semana después, María trajo el corazón de mi esposo a nuestra familia y a la Iglesia en la Santa misa nuevamente después de talantoso tiempo y rechazo a mis invitaciones. Lloré y sentí el abrazo de Nuestra Santa Madre tan de cerca.

  3. Confesión y comunión, pero sobre todo poner el Corazón en la Santa Misa, disfrutarla, agradecer cada suceso de ella, hasta el punto en que mi necesidad y felicidad de estar en la Misa es lo que llena mi semana. Es como si fuera a ver un novio, del deseo tan grande de ir y quedarme allí! Me enamore de Jesús, de su Amor, de su Misericordia, de su Grandeza de todo El! Eso ha sido lo más bello, desear estar al lado de mi Jesús siempre que pueda, no para pedirle sino para ¡disfrutar de su presencia! Cada vez que comulgaba le pedía a Dios que mi esposo le recibiera, aun lo hago, y le digo “Gracias Dios por otro día, otra oportunidad de poder recibirte, como para Ti no hay tiempo ni lugar, así como nos uniste en nuestra boda diciéndonos que mi esposo y yo somos una sola carne, que al yo recibirte él también te reciba, ¡eres Maravilloso!, ¡todo lo haces perfecto!, porque mi esposo te recibe a través de mi…” y lloraba y aun lloro porque no puedo creer lo perfecto y maravilloso que es Dios. Cada vez que mi esposo me decía que él no quería ir a misa ni saber nada de Dios, yo solo le decía “Dios está más cerca de ti de lo que tú crees”, pues claro si cada Domingo aunque él no asistiera ¡recibía a Dios!.

  4. Algo que me ayudó a completar todo esto fue visitar a Jesús en el Santísimo Sacramento en la exposición del Santísimo de mis parroquias. Antes era una vez al mes, donde vivo ahora es cada viernes y mínimo estaba 15 minutos, solo para sentirlo, agradecerle y sentir la sensación de paz y de llenura en el alma, que Jesús me hace sentir. De una vez aprovechaba y escribía en el libro de peticiones de la Iglesia por mi esposo, por la OM y por todos los que de una forma u otra estaban involucrados en esta ¡ historia! .

  5. Ayuno, otra pieza importante de este proceso. Al inicio lo hacía porque necesitaba de Dios el favor, le pedía por mí y mi esposo. Ahora sigo ayunando y terminé decidiendo que debo ayunar siempre cada miércoles y viernes hasta que Dios me de vida, porque se hizo parte de mi vida, negarme a mí misma hasta en una simple galleta de chocolate. Mi ayuno es de no comer dulces y chocolate, especialmente los días de ayuno es cuando más deseos me dan de comerlos o cuando más me ofrecen gratis en todos lados dulces, galletas, bizcochos y con cara de felicidad y tranquilidad aprendí a decir que no y agradecer la prueba porque eso agradaría mucho a Dios y a nuestra Santa Madre. Y la tentación siempre llega, en mi mente llegan pensamientos como, ” si es una simple galleta”, “comete una que no sea de chocolate”, “ya es tarde son las 10:00pm el día casi termina, comete una”. Y les digo que caí, pero aprendí a no caer en la tentación y a agradar a Dios y María con una simple galleta, si soy fiel en lo poco el me confiara más, ¿verdad? Ayer mismo me sucedió y no caí en la tentación, inclusive mi hija me pidió galletas y le di 2 de chocolate, pero no comí, me fui a dormir y dije mañana si puedo comerla, hoy no me han dado deseos de comer chocolate, ahí confirmo que fui tentada y pasé la prueba.

  Muchas veces después de pasar la prueba, alguna bonita sorpresa o noticia sobre algún cambio en mi esposo aparecía frente a mis ojos, en algún mensaje o un gesto suyo y agradecía a Dios por todo. Mis hermanos y hermanas, estos consejos no son nada diferentes a los que están en los pasos de la página, ni a los consejos que tantos de nosotros semanalmente escribimos pero son cruciales de recordar.

  Lo que más aprendí de todo esto, como resultado de todo lo que escribí arriba es: “que Dios solo quiere que le demos el primer lugar y que confiemos en El ciegamente, aunque todo y todos digan o actúen como si no hubiera remedio. No importa lo que diga nadie y nadie es hasta consejeros espirituales que aconsejan todo lo contrario a lo que debemos hacer, obviamente cada cual analice su caso que es particular. “Solo confiar ciegamente en Dios”, ciegamente, ¡eso es lo que salva a la familia!

  Para terminar les dejo los mensajes que en más de una ocasión Dios me puso de frente al leer su Santa Palabra o escucharla en la Santa Misa. (leer la Biblia es otra parte importante, porque es como Dios se comunica con nosotros en palabras humanas). Los mensajes de libro de Fabiana “déjate amar” me ayudaron inmensamente, es maravilloso ese libro. Escuchar solo música en estaciones católicas, así como ver programación católica y optar por ver películas de santos en vez de otra programación, ha sido un bálsamo.

  Todo toma tiempo, pero si deseamos que Dios trabaje en nosotros, El será capaz de darnos paz en medio de la tormenta y el dolor. ¡Todo pasa, Dios no se muda!

1. No te he dicho que si crees verás la Gloria de Dios? Juan 11; 40

2. Para Dios no hay nada imposible.

3. Salmo 23 4. Salmo 17 en especial el versículo 8.

5. San mateo 4; 24 y Lucas 6;18 6. Lucas 17; 3,4 7. Lucas 14; 26,27

8. Lucas 11; 10, 13, 27, 28 9. Lucas 9; 23,24

10. Mateo 6; 6 y muchas otras más, con mucho amor, cariño y siguen en mis oraciones ¡diario! su hermana en Cristo y María.

DIOS TRABAJO CONMIGO, ME HIZO UNA NUEVA FAMILIA.

DIOS TRABAJO CONMIGO, ME HIZO UNA NUEVA FAMILIA.

   Quiero pedirle al Espíritu Santo, que me ilumine para poder comunicarles con gran gozo, lo que Dios nuestro Señor ha hecho en mi esposo y en mi matrimonio. Pido a Dios nuestro Señor que este testimonio sirva para dar fe de lo grande que es Dios y para confirmar lo que su Palabra nos dice: “Que El es fiel y que para El no hay imposibles.” Así mismo este testimonio sirva para todos mis hermanos que aún siguen en esta lucha y que como todos en varias ocasiones sentimos desfallecer y creer que ya no tiene sentido seguir orando por nuestros matrimonios y por nuestros esposos (as).

  Mi historia con ustedes empezó hace año y medio ¡aproximadamente!, que como muchos de ustedes por “casualidad”, muy triste y desesperada llegué a esta hermosa página, con esta bendita familia, después de igual año y medio de separada con mi esposo y justo cuando por primera vez él me habló del divorcio. Cuando llegué aquí yo pensaba que conocía a Dios, pero realmente estaba completamente ignorante del Dios que tenemos. Empecé a acercarme más a Él, como me lo sugería la página, empecé a tener respuestas de Dios constantemente, y comencé a aplicar recomendaciones de algunos de ustedes (a quienes agradezco con infinito amor todo lo que me han apoyado con sus consejos y recomendaciones, Paco Castillo, Héctor, Luce, Tere, Mary Cruz, Alejandro, Martha Villa, Verónica Glz etc). Una de las ayudas más grandes que Dios me mandó en este camino y que quiero hacer una mención especial, es a ese ángel que me llamó por teléfono justo cuando más necesitaba de la ternura de Dios y es a mi gran amiga Verónica González, a quién públicamente quiero darle infinitas gracias por cada palabra que tuvo para mí en los momentos más difíciles de toda esta gran prueba.
Vero te quiero mucho que Dios te multiplique todo lo que has hecho por mí, ¡gracias por tus oraciones!

   Les cuento rápidamente a toda la familia de JSMF, que mis hermanitos de éste cenáculo me invitaron a realizar por semana ayunos por cada uno de nuestros esposos(as), cada quien decidía la intensión, y la mía fue La sanación, liberación y conversión de mi esposito Alberto. La semana pasada le tocó justo a él y para Gloria de Dios y asombro mío, ¡Dios actúo fuertemente en su corazón!. Él era completamente “ateo” pero el fin de semana antepasado se enfermó y al llevarlo al doctor le diagnosticaron amebiasis, le dieron medicamento y allí quedó la cosa. Pero para Gloria de Dios (así lo veo ahora) se me puso muy mal el día lunes 15 de Noviembre y paramos hasta el hospital, él me decía que sentía que el corazón se le paraba y sus oídos iban a reventar. Lo detuvieron toda esa noche, le pusieron sueros y le hicieron un electrocardiograma porque pensaban que traía algo en el corazón por los síntomas que presentaba. ¡Bendito sea Dios! se recuperó pronto y lo dieron de alta al otro día, pero desde que salió lo vi diferente, su mirada era distinta su forma de hablarme igual.
Ya de regreso no fuimos a nuestra casa y me empezó a preguntar por un grupo al que yo asistí hace algunos años, que pertenece a AA y son de 4° y 5° paso en donde hice una experiencia espiritual muy hermosa (ampliamente recomendable). “Casualmente” mi primo es coordinador de uno de esos grupos y me había comentado que se iban de experiencia el 20 y 21 de noviembre por lo que le comenté a mí esposo y ¡aceptó ir!.

   Para no hacerles el cuento largo, se fue a vivir ese encuentro con ¡DIOS!. Al regresar me encontré con un hombre totalmente cambiado y arrepentido, lloró y lloró como nunca lo había visto llorar, me abrazó, me pidió disculpas, después siguió con su hijo, y con mis padres que también fueron a recibirlo. Pero saben lo más asombroso, ¡es que llegó hablando de DIOS! Alabándolo, y aceptando que en todos los momentos de su vida ¡Él había estado allí! Antier él me dijo que quiere envejecer conmigo, que estaba ‘ciego’ y que no había valorado todo lo que tenía conmigo y con su hijo y ¡regresó a casa! Hermanos: ¡No quepo de la felicidad! y del asombro de ver cómo nuestro Padre amoroso “mueve” todas las cosas. No me cabe la menor duda, Él es Perfecto y Sabio, ¡sabe en qué momento tienen que suceder las cosas! Yo sé que debo mantenerme firme en la oración por que esto apenas comienza, pero también ahora sé que Jesús y María están de nuestra mano y que con ellos ¡todo es posible!

   Además Dios también trabajó conmigo, porque aunque no pertenezco a ningún grupo de mi parroquia, mi manera de ser y de pensar cambió con respecto a las personas y mi oración ya es más confiada y más serena. Disfruto cada día más estar en oración junto a ellos (especialmente a las 3:00am en donde no hay nadie que me interrumpa y siento que Jesús y Mamita María están a mi lado). Yo espero de corazón que este testimonio sirva de aliento a seguir en oración y seguir confiando ciegamente en Dios. Saben: yo siempre dije de broma en broma que si Dios convertía a mi esposo, podía convertir a cualquier ser humano, así que imagínense de que magnitud era ateo mi ¡esposo! Pero ahora no me queda la menor duda : ¡Para Dios no hay imposibles!.

   Hermanitos yo les exhorto a rezar el Santísimo Rosario todos los días, pues es un arma muy poderosa que nos da Mamita María para ganar batallas, así como la coronilla de la Divina Misericordia. Quiero pedirles de corazón que no dejen de seguir orando por mi matrimonio y por la conversión verdadera y de corazón de mi esposo Alberto García. Por mi parte los tengo día y noche en mis oraciones a todos y a cada uno de las familias que conformamos este hermoso grupo. Muchas gracias por leerme y que Dios y Mamita María los colmen de bendiciones! Su hermana en Cristo Tere Cano.