DIOS TRABAJO CONMIGO, ME HIZO UNA NUEVA FAMILIA.

DIOS TRABAJO CONMIGO, ME HIZO UNA NUEVA FAMILIA.

   Quiero pedirle al Espíritu Santo, que me ilumine para poder comunicarles con gran gozo, lo que Dios nuestro Señor ha hecho en mi esposo y en mi matrimonio. Pido a Dios nuestro Señor que este testimonio sirva para dar fe de lo grande que es Dios y para confirmar lo que su Palabra nos dice: “Que El es fiel y que para El no hay imposibles.” Así mismo este testimonio sirva para todos mis hermanos que aún siguen en esta lucha y que como todos en varias ocasiones sentimos desfallecer y creer que ya no tiene sentido seguir orando por nuestros matrimonios y por nuestros esposos (as).

  Mi historia con ustedes empezó hace año y medio ¡aproximadamente!, que como muchos de ustedes por “casualidad”, muy triste y desesperada llegué a esta hermosa página, con esta bendita familia, después de igual año y medio de separada con mi esposo y justo cuando por primera vez él me habló del divorcio. Cuando llegué aquí yo pensaba que conocía a Dios, pero realmente estaba completamente ignorante del Dios que tenemos. Empecé a acercarme más a Él, como me lo sugería la página, empecé a tener respuestas de Dios constantemente, y comencé a aplicar recomendaciones de algunos de ustedes (a quienes agradezco con infinito amor todo lo que me han apoyado con sus consejos y recomendaciones, Paco Castillo, Héctor, Luce, Tere, Mary Cruz, Alejandro, Martha Villa, Verónica Glz etc). Una de las ayudas más grandes que Dios me mandó en este camino y que quiero hacer una mención especial, es a ese ángel que me llamó por teléfono justo cuando más necesitaba de la ternura de Dios y es a mi gran amiga Verónica González, a quién públicamente quiero darle infinitas gracias por cada palabra que tuvo para mí en los momentos más difíciles de toda esta gran prueba.
Vero te quiero mucho que Dios te multiplique todo lo que has hecho por mí, ¡gracias por tus oraciones!

   Les cuento rápidamente a toda la familia de JSMF, que mis hermanitos de éste cenáculo me invitaron a realizar por semana ayunos por cada uno de nuestros esposos(as), cada quien decidía la intensión, y la mía fue La sanación, liberación y conversión de mi esposito Alberto. La semana pasada le tocó justo a él y para Gloria de Dios y asombro mío, ¡Dios actúo fuertemente en su corazón!. Él era completamente “ateo” pero el fin de semana antepasado se enfermó y al llevarlo al doctor le diagnosticaron amebiasis, le dieron medicamento y allí quedó la cosa. Pero para Gloria de Dios (así lo veo ahora) se me puso muy mal el día lunes 15 de Noviembre y paramos hasta el hospital, él me decía que sentía que el corazón se le paraba y sus oídos iban a reventar. Lo detuvieron toda esa noche, le pusieron sueros y le hicieron un electrocardiograma porque pensaban que traía algo en el corazón por los síntomas que presentaba. ¡Bendito sea Dios! se recuperó pronto y lo dieron de alta al otro día, pero desde que salió lo vi diferente, su mirada era distinta su forma de hablarme igual.
Ya de regreso no fuimos a nuestra casa y me empezó a preguntar por un grupo al que yo asistí hace algunos años, que pertenece a AA y son de 4° y 5° paso en donde hice una experiencia espiritual muy hermosa (ampliamente recomendable). “Casualmente” mi primo es coordinador de uno de esos grupos y me había comentado que se iban de experiencia el 20 y 21 de noviembre por lo que le comenté a mí esposo y ¡aceptó ir!.

   Para no hacerles el cuento largo, se fue a vivir ese encuentro con ¡DIOS!. Al regresar me encontré con un hombre totalmente cambiado y arrepentido, lloró y lloró como nunca lo había visto llorar, me abrazó, me pidió disculpas, después siguió con su hijo, y con mis padres que también fueron a recibirlo. Pero saben lo más asombroso, ¡es que llegó hablando de DIOS! Alabándolo, y aceptando que en todos los momentos de su vida ¡Él había estado allí! Antier él me dijo que quiere envejecer conmigo, que estaba ‘ciego’ y que no había valorado todo lo que tenía conmigo y con su hijo y ¡regresó a casa! Hermanos: ¡No quepo de la felicidad! y del asombro de ver cómo nuestro Padre amoroso “mueve” todas las cosas. No me cabe la menor duda, Él es Perfecto y Sabio, ¡sabe en qué momento tienen que suceder las cosas! Yo sé que debo mantenerme firme en la oración por que esto apenas comienza, pero también ahora sé que Jesús y María están de nuestra mano y que con ellos ¡todo es posible!

   Además Dios también trabajó conmigo, porque aunque no pertenezco a ningún grupo de mi parroquia, mi manera de ser y de pensar cambió con respecto a las personas y mi oración ya es más confiada y más serena. Disfruto cada día más estar en oración junto a ellos (especialmente a las 3:00am en donde no hay nadie que me interrumpa y siento que Jesús y Mamita María están a mi lado). Yo espero de corazón que este testimonio sirva de aliento a seguir en oración y seguir confiando ciegamente en Dios. Saben: yo siempre dije de broma en broma que si Dios convertía a mi esposo, podía convertir a cualquier ser humano, así que imagínense de que magnitud era ateo mi ¡esposo! Pero ahora no me queda la menor duda : ¡Para Dios no hay imposibles!.

   Hermanitos yo les exhorto a rezar el Santísimo Rosario todos los días, pues es un arma muy poderosa que nos da Mamita María para ganar batallas, así como la coronilla de la Divina Misericordia. Quiero pedirles de corazón que no dejen de seguir orando por mi matrimonio y por la conversión verdadera y de corazón de mi esposo Alberto García. Por mi parte los tengo día y noche en mis oraciones a todos y a cada uno de las familias que conformamos este hermoso grupo. Muchas gracias por leerme y que Dios y Mamita María los colmen de bendiciones! Su hermana en Cristo Tere Cano.