MI HOGAR RESTAURADO, DIOS HIZO SU OBRA EN NOSOTROS

MI HOGAR RESTAURADO, DIOS HIZO SU OBRA EN NOSOTROS

   Para el año 2011 llevábamos 4 años de nuestro matrimonio, fue un año muy difícil pues me quedé sin trabajo y mi esposo asumiendo todos los gastos de la casa. Digamos que en la casa el dinero nunca faltó y fue incluso más importante que nosotros mismos. Así marchó todo este año y mi esposo se alejaba de la casa. Al sentir este desprecio empezamos en una lucha de poderes, ofensas, recriminaciones y al final mi esposo se fue de la casa para ese diciembre. ¡Vaya qué dolor!, sentía el desprecio y desamor de él. Fue un mes muy difícil pues mi hijo sintió todo este proceso, realmente mi corazón sabía lo que estaba pasando, el mal me lo estaba atacando y lo perdía cada vez más. Empiezo a entrar en un momento de angustia, de dolor, estaba enfrentada al monstruo de la infidelidad. De una u otra forma renuncié a mi matrimonio, había mucha presión de la OM para el divorcio.

  Transcurrieron unos meses donde no cruzábamos ni una sola palabra, solo mi esposo recogía al Chiqui y ya, en ese mundo paralelo estuve con psicólogo. No lo niego, me ayudó, pero seguía sintiéndome vacía. En mayo del 2012 empecé a recuperarme, ya comía, podía dormir, era más yo. Subí mi autoestima, empecé a verme diferente, empecé a amarme y a valorarme como esposa, mujer y mamá. Suelo coger mucho taxi, un día de repente me encuentro con un señor donde me decía que los matrimonios Se estaban destruyendo, que él oraba mucho, y él me dijo que cerrara mis ojos y oráramos por mi esposo. Le dije: ¿después de todo lo que me ha hecho?, me dice si, él es tu esposo y mi Dios te preguntará ¿qué hiciste con el esposo que te di? Seguí orando y empiezo a tener una calma en mi corazón y sentía cómo amaba a mi esposo, que él era víctima de un mal y que yo debía orar por él y por mi sanación. No tenía contacto con él, y si lo teníamos, peleábamos. Otra mañana otro taxista escuchó una conversación que yo tenía con una de mis hermanas, y al bajarme del taxi me recomendó una película, me causó curiosidad y la busqué por internet, pero no sé dónde, cómo… apareció la bendecida página JSMF.

   Eso fue en junio de 2012, empiezo a leer y a seguir los pasos, (ahora entiendo que mi Dios me estaba preparando para el regreso de mi esposo), compré la Biblia; aclaro que siempre fui muy católica, pero por cosas y causas de la vida me alejé. Por esos mismos días una muy buena amiga en común de los dos nos invitó al matrimonio que sería el 30 de junio, en esos días puedo decir que mi vida cambió, Dios estaba en mí, no puedo describir su presencia, solo sé que era fantástico, era una alegría enorme, no me sentía sola, su Palabra me llenaba, cuando leía la Biblia me regalaba su Palabra, las lecturas de Isaías eran mi compañía y mi respuesta. Se acercaba el día de la invitación al matrimonio y efectivamente nos encontramos, bailamos, reímos, nos abrazamos, y yo había leído bastante material de JSMF, así que fue muy fácil la comunicación. Desde ahí empezamos esta lucha, las ganas de cambiar y mejorar.

   Al principio parecíamos novios, fue una reconquista total, era sentirlo de nuevo, eran sus llamadas. Fue un proceso muy duro, difícil, pero hermoso.
Así duramos y en diciembre buscamos un nuevo apartamento para de nuevo estar juntos, y así fue. En enero 12 de este año 2013, me mudé de nuevo, y aunque llevamos muy pocos días, los disfrutó al máximo, agradezco cada mañana en levantarme junto al él, en recuperar mi familia, mi casa, mi hogar, y de la mano de nuestra Virgencita y de nuestro Señor, que no nos dejó desfallecer.

   Mis luchadores: solo les digo que ¡no se cansen!, Dios tiene propósitos especiales para cada uno, el amor de Dios es infinito, para mí es un milagro que tenga mi hogar restaurado, sé que el camino no es fácil, pero para Dios no hay nada imposible. De pies por nuestros esposos pródigos. ¡Un abrazo especial!