“Divorcio Exprés: ¿Una Solución o una Amenaza para la Familia?”

La Familia: El Corazón de la Sociedad y la Esperanza

La familia es el núcleo más importante de nuestra sociedad. Es el lugar donde se encuentra la esperanza y donde nacen los valores que nos ayudan a vivir en armonía. En la familia se construye nuestra identidad, la solidaridad, y el cuidado de cada uno de sus miembros. Es un espacio donde aprendemos a perdonar y a amar de manera incondicional. La familia es la base de todo, el lugar donde se nos enseña a ser mejores personas.

El Matrimonio y la Familia en Tiempos de Cambio

Hoy en día, la sociedad está cambiando. En Colombia, el Estado se está volviendo más laico, lo que significa que está tomando decisiones que alejan a la sociedad de los principios cristianos que históricamente nos han unido. Por ejemplo, se ha aprobado una ley que facilita el divorcio unilateral, permitiendo que una sola persona pueda decidir terminar su matrimonio. Esta ley, aunque se presenta como una forma de proteger las libertades individuales, debilita la visión del matrimonio como un compromiso serio, como un sacramento que debe durar toda la vida.

La Iglesia, por su parte, defiende que el matrimonio debe ser un compromiso espiritual, un sacramento que no debe romperse fácilmente. La familia, tal como se nos enseña en la Iglesia, es la base de una sociedad sólida y sana, y es el lugar donde se transmiten los valores de la fe, el amor y el respeto mutuo.

El Amor Verdadero en el Matrimonio

En 1 Corintios 13, San Pablo nos habla del amor verdadero: “El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Este amor es el que debemos vivir en el matrimonio. No es un amor que huye ante los problemas, sino un amor que enfrenta los desafíos con paciencia y esperanza. Sabemos que los matrimonios pasan por dificultades, pero en lugar de buscar soluciones rápidas, como el divorcio, debemos aprender a luchar juntos, a perdonar y a confiar en que el amor puede superar cualquier crisis.

El Papa Francisco nos recuerda que “salvaguardar el matrimonio significa salvar a la familia entera”. En Jesús Salva mi Familia, entendemos que el matrimonio no es solo un contrato legal, sino un compromiso espiritual que debemos cuidar con oración, paciencia y amor. Nos comprometemos a apoyar a las parejas que atraviesan dificultades, ofreciendo ayuda a través de la oración y el acompañamiento.

El Divorcio y sus Consecuencias

El divorcio unilateral, que se ha aprobado en Colombia, no es la solución a los problemas de un matrimonio. Aunque algunas personas creen que es una salida fácil, en realidad, esta decisión tiene consecuencias profundas para todos los miembros de la familia, especialmente para los hijos. Los niños son los más afectados cuando sus padres se separan, ya que pierden la estabilidad emocional y el apoyo de ambos. Pensar solo en uno mismo y decir “se me acabó el amor” no es suficiente cuando se considera el daño que esto causa a los hijos, quienes son el futuro de nuestra sociedad.

Es importante reflexionar sobre el impacto que puede tener una ruptura en el bienestar de todos los miembros de la familia. La solución no está en huir, sino en buscar ayuda y soluciones que restauren la unidad familiar. Los matrimonios cristianos deben ser testigos del poder del amor que puede sanar y restaurar cualquier relación.

Buscar Ayuda y Restaurar el Matrimonio

Si estás pasando por una crisis matrimonial, es importante que busques ayuda. Hay muchos movimientos y grupos, como Jesús Salva mi Familia, que ofrecen apoyo y acompañamiento a los matrimonios en dificultades. No tienes que enfrentar solo tus problemas, hay muchas personas dispuestas a ayudarte a encontrar la restauración y la paz en tu matrimonio.

Recuerda que el amor verdadero es un compromiso que debe ser vivido todos los días, no solo cuando las cosas van bien, sino también cuando la vida presenta dificultades. La familia es el lugar donde debemos aprender a perdonar, a ser pacientes y a amarnos mutuamente.

Conclusión: La Familia como el Fundamento de la Sociedad

El matrimonio y la familia son fundamentales para una sociedad basada en el amor, la fe y la esperanza. Si bien las crisis son parte de la vida, debemos aprender a enfrentarlas con fe y a buscar siempre la restauración de nuestras relaciones. Como miembros de Jesús Salva mi Familia, estamos llamados a ser un testimonio vivo del amor de Dios, dispuestos a restaurar y fortalecer nuestras familias. Que cada uno de nosotros sea un faro de esperanza para los demás, recordando siempre que el amor verdadero no tiene fin. Sigamos defendiendo la familia como el pilar de nuestra sociedad.

María Mejía Jsmf-Colombia