Intercesión y Batalla Espiritual
Estás en este segundo paso tratando de entender qué hará Dios en ti y en tu cónyuge, una vez entendido el primer paso tu conversión y restauración personal con Dios, saber interceder nos lleva por un camino de amor y entrega a Jesús.
Dios te dio una vocación matrimonial en la que tu oración es la más importante, es la oración del esposo o la esposa que junto con Jesús, Él libra una batalla para rescatar tu sacramento y la misión que te fue encomendada en tu hogar, velar por la salvación de tu familia.
Pues la Persona que más los ha amado es Dios Padre, que los creo a ambos, les entrego a Jesús (su Hijo) en el sacramento matrimonial en una alianza única y verdadera; manifestándose el Amor del Espíritu Santo en Uds., así que Dios es el más interesado en restaurar tu matrimonio (que también es suyo); necesita de ti, de tu disposición, de tu paciencia, de tu entrega, de tu lucha. Si aún no tienes el sacramento matrimonial también es válida tu oración de petición para que se te conceda según sea su divina volunta.
¿Cómo se entiende la oración de intercesión?
Encontramos respuesta en la Palabra de Dios:imgres
Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas; por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad.Esto es bueno y agrada a Dios, nuestro Salvador, pues él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. (1º Carta a Timoteo 2, 1-4).
SOLTAR AL CÓNYUGE
¿Tienes una angustiosa y constante necesidad de hacer algo para recuperar tu matrimonio, en esta crisis? ¿Sí? Lo mejor que podemos hacer es pedir a Dios por nuestro cónyuge (esposo o esposa), soltar en manos de Dios lo que nosotros no podemos, y permitir que nuestra oración transforme las circunstancias que vivimos, nos de paz, fe, esperanza, llene los vacíos de amor, nos fortalezca en los momentos de prueba y tentación. Si te das cuenta la oración de intercesión también nos ayuda a nosotros y al esposo (a).
SOLTAR AL CÓNYUGE
¿Tienes una angustiosa y constante necesidad de hacer algo para recuperar tu matrimonio, en esta crisis? ¿Sí? Lo mejor que podemos hacer es pedir a Dios por nuestro cónyuge (esposo o esposa), soltar en manos de Dios lo que nosotros no podemos, y permitir que nuestra oración transforme las circunstancias que vivimos, nos de paz, fe, esperanza, llene los vacíos de amor, nos fortalezca en los momentos de prueba y tentación. Si te das cuenta la oración de intercesión también nos ayuda a nosotros y al esposo (a).
DIOS ESCUCHA
¿Dios escuchará tu oración? Sí, definitivamente Él escuchará cualquier oración que hagas, por eso hay que saber orar e inteimgres-1rceder, para que sea una oración en sintonía y armonía con la voluntad de Dios, una oración desinteresada y llena de amor, que viene del corazón, esa es la oración más agradable al Señor; por lo que no podemos desear el mal o estarnos quejando, pedir que le vaya mal a alguien, etc. etc., pero si pedir que lo sane, lo perdone, lo ame, que llegue a conocer a Jesús y lo salve…. etc., etc.
Esto requiere de un trabajo interior, de sanar heridas y limpiar al alma con el perdón (al que nos ha ofendido) y el reconocimiento de los errores y pecados que cometiste, de oración para que nos ilumine el Espíritu Santo.
INTERCEDER POR TODOS
También encomendaremos a esas terceras personas que han hecho más difícil nuestra reconciliación matrimonial, familiares, amigos, hijos y/o amantes, procurando que nuestras oraciones estén llenas de perdón, de sinceridad, de bendición; sabiendo que Dios todo esto lo ve en nuestro corazón y permite que sanemos, llenándonos de bendiciones y fortaleza que van aligerando nuestras cargas produciendo un oasis en nuestras vidas con la alegría de estar con Jesús y María, a pesar de tener muchas pruebas.
CONFIAR EN SU MISERICORDIA Y SU TIEMPO
Dios sabe lo que nos conviene y nos prepara para su tiempo perfecto, para que todo esté en su plan divino, Él tiene control de todo y nos dará lo que en su voluntad, en su momento sea para salvación de nosotros y nuestras familias. Agradezcamos que seremos alcanzados por Su amor y SU misericordia en nuestras familias de muchas maneras, en Su momento cuando así lo disponga
¡Jesús en ti confío!
Jesús nos dice:
“Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré.” (Mateo 11, 28)
Nuestra oración siempre será contestada por Dios, pero necesita que estés listo (a) para aceptar sus respuestas, con fe y crecimiento espiritual, hábitos que te hagan un hijo de Dios, listo para las batallas.
Veamos unos pasos que te servirán para esta oración de intercesión y la batalla espiritual:
- Seguir el primer paso (la conversión y reconciliación con Jesús)
- Permanecer en gracia de Dios (cumplir los mandamiento de Dios y de la santa iglesia Católica)
- Hacer el hábito de orar (conversar con Dios)
- Rezar desde el corazón haciendo nuestras las oraciones (Padre nuestro, Ave María, Sto. Rosario, etc.)
- Hacer ayuno, ofrecer sacrificios y actos de reparación personales y por el cónyuge ausente.
- Jornadas de oración por el cónyuge ausente y la unidad de la familia
- Perdonar las ofensas.
- Frecuentar los sacramentos, la santa misa y la adoración al Santísimo.
- Realizar las obras de misericordia corporales y espirituales
- Instruirte con la Biblia, el catecismo, las encíclicas papales, lecturas de santos, testimonios de fe y conversión.
- Asistir a retiros, talleres de evangelización, conciertos de música católica y demás conferencias católicas.
- Buscar un director espiritual, un confesor.
- Ser fiel a Dios, a la Iglesia, a la comunidad, en oración (orar por todos), en obediencia, en consejo, en servicio, en humildad.
- Cuida de tu cuerpo (templo del espíritu Sto.), de tu alma y de tu mente, desarrolla tus capacidades y talentos, ocupa tu tiempo y cultívate.
- Que estos momentos de pausa y de intercesión Dios moldee tu vida para estar listo (a) para recibir la bendición de tener al cónyuge de nuevo en casa, sabiendo que habrá días buenos y días malos, días para perdonar y fortalecerse, días para seguir orando a Dios y ser nuevos por su acción santificadora en nuestras vidas.
Las cosas que debemos evitar:
- No caer en la tentación de la soberbia, querer solucionar por tus propios medios y sin Dios tu matrimonio.
- Evitar caer en pecado, evitar las ocasiones de pecar. Desesperarse, criticar, quejarse del cónyuge, de la situación como si Dios no quisiera tu restauración, evitar estos vicios que dañan.
- Hablar a otros que no tienen fe en tu restauración y escuchar malos consejos que te dejarán triste o desalentado (a).
- Creer que otros medios son eficaces (cuando empeoran las cosas y afectan v a ti, y tu familia) adivinación, trabajos de brujería, manejo de energías, espiritismo, etc., te alejan de Dios y se abren puertas al maligno.
- Esta lucha no es contra tu cónyuge, debemos entender lo siguiente que nos menciona la Palabra de Dios